En dos semanas el Banco de España actualizará sus proyecciones para la economía española, pero el gobernador Pablo Hernández de Cos ya ha advertido de que la recuperación está siendo incompleta y que los rebrotes de la pandemia amenazan con causar «efectos negativos» sobre la actividad económica.
En su discurso en los cursos sobre el sector financiero de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, organizados por la APIE con el patrocinio de BBVA, el supervisor ha señalado también que nos encontramos ante un rebote económico gradual y que no llega de la misma manera a todos los sectores y agentes económicos. Desigual, según sus palabras, igual que ha comentado esta misma mañana el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos. «En la actualidad nos enfrentamos a una recuperación gradual que, en todo caso, está sujeta a una elevada incertidumbre, y que es todavía incompleta y heterogénea», ha señalado De Cos.
Ante este panorama, el gobernador ha incidido en la necesidad de extender y ampliar las ayudas públicas. Se refiere tanto a medidas de apoyo al empleo como los ERTE, como a otras de financiación a empresas como los avales. Todo con el objetivo de «sostener la recuperación».
Respecto a los avales del ICO, la postura del Banco de España es clara: si son necesarios, habrá que echar más leña al fuego. En este sentido De Cos ha recalcado que las actuales líneas que están en vigor se quedarán cortas para cubrir el total de las necesidades de financiación de las empresas: «De cara a los próximos meses, se estima que, a través del programa global de avales públicos, que asciende a 140.000 millones de euros tras la última ampliación, podría cubrirse en torno al 75 % de las necesidades de financiación mencionadas. El importe restante tendría que financiarse con la disposición de los activos líquidos de las propias compañías, con el uso del volumen no dispuesto de las líneas de crédito concedidas o con el recurso a nueva deuda sin avalar».
Sin embargo, los problemas de España van más allá del corto plazo. La deuda pública, que podría desbocarse por encima del 126% sobre el PIB este año en el escenario más adverso, supone uno de los principales retos a atajar a medio plazo. «Hay que tener en cuenta que la persistencia en el tiempo de niveles elevados de deuda pública reduciría los márgenes de actuación contracíclicos de los que dispone la política fiscal para hacer frente a perturbaciones macroeconómicas adversas, podría llegar a lastrar la capacidad de crecimiento de la economía y, en todo caso, expondría a la economía española a una situación de vulnerabilidad crónica ante cambios en el sentimiento inversor de los mercados financieros», ha indicado el dirigente.
Asimismo, el gobernador ha destacado que hay margen para fusiones bancarias en el sector financiero español, en busca de hacer tanto a las entidades como al sistema «más resistentes» ante los momentos adversos y las perturbaciones económicas. Una postura más tibia que la mantenida por Luis de Guindos, que ha señalado esta mañana que la concentración en el sector requiere de urgencia y rapidez.
Source: ABC