El BCE percibe una «recuperación desigual»

El histórico paquete de ayudas con motivo de la crisis forzada por la pandemia está surtiendo su efecto, pero el BCE constata que no en todos los países por igual. Las actas de la última reunión del consejo de gobierno de la entidad europea dejan entrever la preocupación del gremio por áreas que se están quedando atrás. «Puede confirmarse una recuperación desigual y parcial en la zona euro», dice el documento publicado hoy en Fránkfurt y que corresponde a las anotaciones realizadas en la reunión de mediados de julio.

«Si bien los mercados financieros estaban más tranquilos que en el pico de la crisis pandémica y los datos entrantes indicaban una actividad a corto plazo que estaba en línea con el escenario base de las proyecciones macroeconómicas de junio, la situación sigue siendo frágil y los riesgos persisten a la baja», concluía el consejo de gobierno del BCE en la reunión del mes pasado.

Las actas demuestran que los directores de los bancos centrales europeos expusieron que la recuperación de las condiciones financieras ha chocado con la evolución de la pandemia en los Estados Unidos y muchas economías de mercados emergentes, lo que ha generado «temores sobre una recaída en la contención de la propagación del virus». Esta divergencia entre la evolución de la pandemia y la evolución de los mercados financieros, junto con la alta incertidumbre sobre la forma y el ritmo definitivos de la recuperación económica y el resurgimiento de las tensiones comerciales mundiales, «plantea interrogantes sobre la solidez y la resistencia del sentimiento actual de los inversores».

No obstante, las actas tomaban nota de que, «en general», la respuesta política, monetaria y fiscal en la zona euro han logrado «relajar las condiciones financieras y restaurar la confianza en la recuperación de la economía». Aún así, la magnitud de la crisis hace que el consejo de gobierno de la institución mantenga su postura ampliamente acomodaticia y con amplios «estímulos para respaldar la recuperación económica y devolver la inflación a su trayectoria anterior a la crisis».

Así, debido a las todavía elevadas incertidumbres, el BCE reiteró que «hará todo lo necesario dentro de su mandato y continúa dispuesto a ajustar todos sus instrumentos, según corresponda, para asegurar que la inflación avance hacia su objetivo de manera sostenida».

«Las condiciones de mercado financiero siguen normalizándose progresivamente, pero permanecen más frágiles que antes de la pandemia», dicen también las actas, que atribuyen a las medidas monetarias y fiscales el mérito de la normalización alcanzada. Aunque también que «los desarrollos del mercado pueden basarse en expectativas demasiado optimistas sobre el paquete de recuperación y los desarrollos de las vacunas». «La incertidumbre en torno a las perspectivas económicas sigue siendo elevada», a juzgar por la información que maneja el BCE, y no todos los miembros del consejo estuvieron de acuerdo en que el programa de compras de emergencia ante la pandemia (PEPP) se quede como está.

Algunos miembros hicieron ver que en su opinión debería tener «un límite, no un objetivo», aunque por el momento quedó establecido seguir con el plan como hasta ahora y utilizar el PEPP en su totalidad. En septiembre, el consejo del BCE espera «tener más claridad sobre la evolución de la inflación» y también dejaron constancia de que necesitan más datos para evaluar la trayectoria futura de la economía euro.

Recordemos que la reunión de julio no incluyó cambios de política monetaria, pero la presidenta del BCE, Christine Lagarde, enfatizó la flexibilidad del Programa de compras de emergencia ante la pandemia, un tema recurrente en las actas de la reunión, otorgándole una línea de soporte al euro.
Source: ABC

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