Freddy Perdomo | @SpgFreddy
El club español del Villarreal confirmó los fichajes de Dani Parejo y Francis Coquelin, procedentes del Valencia, además de sumar al japonés Kubo del Real Madrid en condición de cedido. El conjunto amarillo demuestra con esta serie de fichajes, un ejemplo de una gestión económica y deportiva en un club que decidió vender algunos de sus jugadores para adquirir nuevas y mejores piezas en la alineación.
El Villarreal anunció el fichaje del mediocampista francés Coquelin por unos 8 millones de euros, y firma por cuatro temporadas procedente del Valencia. Junto a este fichaje, se confirmó uno de los movimientos más importantes del mercado en España, Dani Parejo abandonaría el Valencia (Club donde era capitán y emblema), para unirse al submarino. El mediocampista español de 31 años abandonaría entre lágrimas el club donde jugó desde el 2011. “Me hubiera gustado despedirme en Mestalla pero no ha podido ser”, declaró el jugador en una videoconferencia. Parejo llega sin precio de traspaso, con la carta de libertad, a coste cero.
Otro gran movimiento del club, fue la cesión de Kubo, joven jugador con ficha perteneciente al Real Madrid, que estaba siendo pretendido por múltiples clubes a lo largo de Europa. Todos estos movimientos demuestran el buen hacer del director general del club, Roig Negueroles, a la hora de convencer a jugadores jóvenes y ya establecidos para llegar al conjunto.
El equipo español ha invertido en tres futbolistas que llegan con el rol de estrella principal al equipo azulejero lo que obtendrán por las ventas de tres futbolistas sin lugar en el actual plantel. Los 4 millones que el Marsella ha pagado este verano por Álvaro y el millón que el Al Saad invirtió en el catarí Afif, se sumarán a la venta de Enes Unal al Getafe, que dejará unos 5 millones (más cuatro opcionales) en la caja amarilla. Unos 10 millones (+4) con los que sufragar el gasto en Kubo (2,5 millones), Coquelin y Parejo (6,5+2). Y todo ello sin la figura de un director deportivo al uso y bajo la batuta del actual director general y el propio Emery.
Source: Meridiano