La confianza empresarial alemana, inmune al coronavirus

El dato semeja como una paradoja espacio-temporal. Es como si la encuesta de confianza a los empresarios alemanes se hubiera realizado cuando todavía no sabíamos lo que era el coronavirus. Según el barómetro mensual del Instituto ZEW, la moral de los inversores alemanes alcanza en agosto su mejor nivel desde 2004, antes de la anterior crisis, ganando 12,2 puntos hasta los 71,5. Su peor momento de la pandemia fue el mes de marzo, con una caída de 49,5 puntos y en agosto los expertos contaban todavía con una ligera caída, dadas las circunstancias. Factstet, por ejemplo, pronosticaba un descenso hasta los 58 puntos desde los 59,3 de julio. No es para menos, después de que el PIB alemán acabe de registrar una caída del 10% de abril a junio y con un descenso esperado de todavía el 6,3% a cierre del tercer trimestre. sin embargo, parece pesar más en el ánimo de las empresas el impulso significativo que tanto las exportaciones como la producción industrial han experimentado a partir de junio, un 14,9% y un 8,9% respectivamente.

La misma euforia muestra el índice IFO de confianza empresarial, que subió de nuevo en julio por tercer mes consecutivo, debido a que «la economía alemana se recupera paso a paso». Este índice subió en julio hasta 90,5 puntos, desde los 86,3 puntos revisados de junio porque «las empresas están notablemente más satisfechas con su situación actual» y «también son cuidadosamente optimistas respecto a los próximos meses», dijo el presidente del Ifo, Clemens Fuest, durante la presentación del dato. Especialmente en el sector manufacturero, la confianza empresarial mejoraba de nuevo considerablemente y las empresas del sector percibían ya que su situación no es tan «mala» como en los meses anteriores. Esperan que sus negocios crezcan de nuevo en los próximos meses.

El uso de la capacidades productivas aumentó en julio hasta el 74,9% desde el 70,4% en junio, pero todavía muy por debajo de la media a largo plazo del 83,5%. En el sector servicios, la confianza empresarial subió también con fuerza hasta situarse en territorio positivo, y en el comercio también se mantiene la tendencia alcista, especialmente en el sector minorista, donde se ha producido una notable mejora. En la construcción, la confianza empresarial continúa también mejorando y las empresas se muestran más satisfechas con su situación, al tiempo que menos pesimistas respecto a sus expectativas. Pero la confianza no se base solamente en expectativas, sino en realidades ya experimentadas gracias precisamente el coronavirus. La crisis sanitaria ha revolucionado a la fuerza el mundo del trabajo y a los empresarios les gusta lo que ven.

Las empresas alemanas han salido bastante bien paradas de este test de digitalización y, según un estudio de DAK Gesundheit, la industria bancaria y de seguros ha sido pionera absoluta en la respuesta digital. En marzo, el sector trasladó sin problemas el 90% de su trabajo a la oficina en casa y canceló sin consecuencias los viajes de negocios, lo que abre una ventana de recorte de gastos.

El miembro de la junta directiva de Allianz, Christof Mascher, ha declarado por ejemplo a Handelsblatt que espera que hasta el 40% de los aproximadamente 150.000 empleos que se pueden conservar trabajen desde casa en el corto plazo de tiempo en 44 países. Según otro estudio, este de Management for European Economic Research (ZEW), las empresas sociales también quieren mantener a empleados trabajando desde casa después de la crisis sanitaria, al igual que la industria de la información. De hecho, el Instituto Económico Alemán espera una contracción del mercado inmobiliario para empresas este mismo año. Este es el motivo por el que las empresas alemanas no temen a nuevas restricciones de segunda ola, con las que, por cierto, cuentan mayoritariamente.

El sector servicios alemán cuenta con que las restricciones, de una u otra manera, se prolonguen durante un total de 8,9 meses, las del sector comercial 8,6 meses y la construcción 8,2 meses, según encuesta de coyuntura IFO. Los empresarios alemanes creen, por ejemplo, que la vida deportiva sufrirá restricciones durante 13 meses, la cultural y artística durante al menos 11 meses. Los correos y la mensajería, sin embargo, volverán a su juicio los primeros a la total normalidad, limitando el paréntesis coronavirus a 6 ó 7 meses. Ven con fuerza la luz al final del túnel, especialmente después del visto bueno del Consejo Europeo al Fondo de Reconstrucción y no parecen asustados por una crisis económica recientemente calificada en este mismo país como “sin precedentes desde la II Guerra Mundial”.
Source: ABC

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