La falta de ayudas al turismo amenaza el liderazgo de España tras la crisis

El cierre de persianas del turismo tras decretarse el estado de alarma hace mella en el principal motor de la economía española. El sector, que representa más del 12% del PIB, vivió la pasada década unos años de esplendor, erigiéndose como líder para la recuperación de la anterior crisis. Aunque la actividad turística vivía estos últimos años síntomas de fatiga con una clara desaceleración, creciendo por debajo del conjunto de la economía en 2018 y 2019, España continuaba siendo referente en el mundo. Sirva como ejemplo los siete años consecutivos en los que la llegada de turistas internacionales y el gasto turístico han registrado récords, hasta los 83,7 millones de turistas y más de 92.000 millones de desembolso de gasto en 2019. Unas cifras que la crisis del coronavirus ha derrumbado hasta el punto de poner en riesgo el liderazgo de España.

El sector vive días negros y con la incertidumbre de cuándo podrá retomar la actividad con normalidad. Los planes del Gobierno no terminan de convencer a las empresas. Porque a pesar de que desde la fase 1 hoteles, alojamientos y otras actividades vinculadas al turismo pueden reabrir, las restricciones impuestas por el Ejecutivo hacen inviable que esto suceda. Por tanto, los ingresos «0» seguirán persistiendo. De esta manera, la industria turística se juega este año entre 92.000 y 124.000 millones de euros en pérdidas, según los cálculos de Exceltur.

Las estimaciones del Gobierno remitidas a Bruselas en el Plan de Estabilidad tampoco son halagüeñas para el turismo. Según el Ejecutivo, la recuperación del turismo no será real hasta 2023, un año después que el conjunto de la economía. Desde el Gobierno piden a Europa poner en marcha el Fondo de Recuperación, con deuda conjunta, para salvar al sector. Pero mientras reclama estas ayudas en Europa, aquí en España las que ha implementado están por detrás de las que han realizado los países competidores.

En España, el sector, según Exceltur, pone en valor la puesta en marcha de los ERTE por fuerza mayor para tratar de garantizar el empleo, algo que también han realizado en Italia y Portugal. Pero todavía queda en el aire que estos ajustes temporales puedan persistir más allá del estado de alarma, aunque desde Trabajo hay intención. Aun así, las medidas en materia laboral efectuadas en nuestro país están por detrás de las realizadas en Reino Unido y Países Bajos, donde sus gobiernos abonan los salarios de los empleados a las empresas, lo que permite agilizar los pagos. Hay que recordar que gran parte de los cuatro millones afectados por un ERTE en España todavía no han cobrado.

En materia fiscal, las ayudas de España están también lejos de las efectuadas por otros países. Mientras que aquí van destinadas a pequeñas y medianas empresas, otros países acogen a las grandes también. A ello hay que sumarle que la duración de estas facilidades a las empresas en España es menor generalmente. En concreto, el aplazamiento del Impuesto de Sociedades es de un mes solo, mientras que en Portugal son tres y el Reino Unido alcanza hasta un año. En cuanto al aplazamiento del pago del IVA, en España también ha sido de tan solo un mes, cuando en Italia son dos, en Portugal y Reino Unido tres, en Turquía seis y Suecia y Dinamarca llegan a los doce. Solo en la duración del aplazamiento del pago de cotizaciones sociales España, con seis meses, supera al resto de países, aunque lo limita a pymes y autónomos. Italia, por ejemplo, exonera el pago de las cotizaciones a los sectores más afectados durante dos meses, mientras que Turquía lo aplaza seis meses también a los sectores más afectados.

Competitividad
Pero donde queda atrás España en comparación con el resto de países es en las ayudas destinadas específicamente. Nuestro país tan solo extendió de 200 millones a 400 la línea de préstamos ICO que puso en marcha cuando quebró Thomas Cook y pospuso el pago de los préstamos del programa Emprendetur, que alcanzan los 50 millones. Además, esta misma semana Iberia y Vueling han pedido créditos a través del ICO por valor de 1.000 millones. Esta última cantidad está lejos de los 10.000 millones que Alemania pretende dar a Lufthansa o los 11.000 de Francia a Air France. El propio país galo lanzó su propio programa de ayudas al turismo, , mientras que el Reino Unido subvenciona a las empresas del sector con ayudas directas y Turquía ha pospuesto el pago de alquileres de hoteles durante seis meses.

Las grandes diferencias entre los distintos gobiernos a la hora de apoyar al turismo puede lastrar la competitividad del sector en España, que ve peligrar la viabilidad de miles de empresas y puestos de trabajo. «El sector turístico necesita la intervención de la administración pública. Las medidas que puedan tomar cada una de las entidades de manera individual van a ser de poca ayuda, hace falta una acción pública importante y de manera transversal en toda la cadena turística», explica a ABC María Jesús Escobar, socia responsable del sector público de EY.

Fuentes del sector inciden en la necesidad de convertir a España en un destino seguro, ya que la imagen de nuestro país está quedando muy tocada durante la pandemia. Por eso, al sector le urge que la transmisión virus esté controlada. El Instituo para la Calidad Turística (ICTE) está preparando de cara a la reapertura del sector un protocolo de seguridad, cuyo borrador estará listo en dos semanas. Estas medidas de seguridad son vitales, por un lado, para recuperar el prestigio de la marca España una vez que se vuelvan a abrir las fronteras y, por otro, para que las compañías sepan qué tienen que hacer. Y es que ya hay empresas que han tomado medidas por su cuenta, como la instalación de mamparas, sin saber si serán las adecuadas.

Plan de apoyo
Ante las exiguas ayudas del Gobierno de Pedro Sánchez, desde Exceltur enviaron esta semana al Ejecutivo un plan con medidas específicas para el turismo. Desde el «lobby» turístico estiman que esta batería de ayudas debe perdurar hasta 2023 y para ello hace una separación en tres etapas. La primera de ellas tendría vigencia hasta el mes de julio y proponen medidas como la ampliación de créditos ICO con aval del 90%, extender los ERTE hasta final de año, moratoria de pagos de alquiler y que los clientes acepten bonos por los servicios que no puedan prestar estos meses.

La segunda etapa se extendería hasta final de año y proponen que se establezca un calendario para facilitar la movilidad, una campaña de comunicación para atraer turistas nacionales como internacionales, eliminar tasas turísticas y un paquete de ayudas para los destinos de costa por valor de 5.000 millones, entre otras cosas. Por último, la tercera etapa abarcaría desde 2021 hasta 2023. En ella se pretende reforzar la capacidad de gestión y liderazgo del Estado y del sistema de gobernanza e implantar un plan estratégico que dure hasta 2025.
Source: ABC

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