La suspensión por tiempo indefinido del fútbol en México, solicitada por las autoridades de salud para tratar de contener la propagación del coronavirus en el país, abre varias interrogantes.
La última vez que la liga mexicana suspendió su liga por causas ajenas al deporte fue después del sismo de septiembre de 2017, cuando fueron postergados los compromisos por la 10ma fecha del torneo Apertura.
Hasta el domingo por la noche, México tenía confirmados 53 casos del coronavirus.
Durante las jornadas 15, 16 y 17 del Clausura 2009, disputadas en abril y mayo de ese año, los partidos de la liga se llevaron a cabo sin aficionados ante la amenaza de la influenza H1N1, pero los juegos no se pospusieron ni se puso en pausa el campeonato.
Por ahora, cada club ha tomado medidas diferentes. Por ejemplo, el América dio cuatro días libres a sus jugadores luego de perder ante Cruz Azul el domingo por la noche, pero el equipo de Chivas se reportaba el lunes para hacer pruebas médicas y de ahí tomará una decisión sobre si es conveniente regresar a los entrenamientos, de acuerdo con el propietario del equipo, Amaury Vergara. Ningún equipo permitirá el acceso de los reporteros a las prácticas como una medida para aislar a los jugadores de posibles contagios.
La pausa también trastoca los planes de la selección, cuyo técnico Gerardo Martino tenía previsto tener la próxima semana la segunda concentración del año para amistosos ante Grecia y la República Checa, que ya fueron cancelados. La selección no tiene compromisos oficiales hasta septiembre, con el inicio de las eliminatorias mundialistas.
El torneo Clausura apenas pasó su punto medio y tiene a Cruz Azul como líder indiscutible con seis triunfos consecutivos.
De momento, es prematuro para abordar posibles fórmulas de definición del título de liga.
En una buena proporción de las personas contagiadas, el nuevo coronavirus provoca apenas síntomas leves, como fiebre y tos. Para algunos, en especial los ancianos y gente con otros problemas de salud, el COVID-19 puede incluir un cuadro más severo, incluyendo neumonía.
La gran mayoría de los pacientes se recupera de esta enfermedad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las personas con una forma moderada del padecimiento se recuperan en un par de semanas. Aquellos individuos con síntomas más severos pueden demorar de tres a seis semanas en alcanzar un pleno restablecimiento. AP
Source: Meridiano