La Unión Europea se dispone a “hacer todo lo necesario para que la economía europea pase esta tormenta” acaba de decir la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, después de una cumbre extraordinaria por videoconferencia de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete. Von der Leyen lo ha querido subrayar hasta en tres lenguas para que quedara clara la voluntad de afrontar los efectos de la epidemia del coronavirus que a su juicio no ha alcanzado su punto más grave.
Citando a los científicos que asesoran a las instituciones europeas, la presidenta dijo que “la expansión del virus se va a producir y lo que nos piden los expertos es que se tomen medidas para tratar de que ese proceso avance de la forma más lenta posible”. No se prevén cierres masivos de frontera, sino siempre “medidas proporcionadas”.
En la cumbre se ha decidido que la Comisión va a coordinar diariamente a los ministros de Sanidad y del Interior de todos los países miembros y de centralizar las compras conjuntas de material médico, incluyendo impedir “obstáculos injustificados” a los productos almacenados como las máscaras o el líquido desinfectante, así como el impulso y las ayudas a los investigadores que buscan tratamientos o vacunas para esta enfermedad.
En cuanto a las medidas económicas, el lunes la Comisión pedirá al parlamento que apruebe un primer paquete de 7000 millones de euros con el que poner en marcha una línea de créditos de hasta 25.000 millones para “garantizar la liquidez” de las empresas y pymes europeas, lo que se va a sumar a la decisión de autorizar ayudas de Estado generalizadas por parte de los países y el uso de “toda la flexibilidad posible” en el pacto de estabilidad para permitir a los países déficit de más del 3%.
Para todo ello se necesita la “coordinación del Banco Central Europeo (BCE), cuya presidenta, Crhistine Lagarde, participó en la teleconferencia.
Los líderes europeos mantienen todavía la reunión presencial del Consejo Europeo previsto para el día 26 de marzo.
Source: ABC