Una alimentación que no dañe el planeta

Nuestros hábitos alimentarios y la industria que se dedica a saciar nuestro hambre están dañando terriblemente el planeta. Un tercio de la comida que se produce en todo el mundo acaba en la basura y su tratamiento provoca el 8 por ciento de los gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global. Se trata de una cantidad tan elevada que, si considerásemos los desperdicios de comida como un país, sus emisiones solo serían superadas por las de Estados Unidos y China, según datos de Naciones Unidas.

Pero, además, los animales que utilizamos para fabricar carne o leche también contribuyen a esta lacra, al ser responsables de más emisiones que el tráfico aéreo. Por no hablar del sector agrícola que, para producir los vegetales y frutas de nuestra dieta, necesita efectuar el 70 por ciento del consumo global de agua potable.

Espacio patrocinado por AXA Investment ManagersSin embargo, cada vez hay más personas concienciadas con los prejuicios que nuestra dieta alta en consumo de carne está provocando al conjunto del planeta y abogan por adoptar unas prácticas más sostenibles a nivel personal, pero también en el ámbito de la agricultura y la producción de alimentos.

Una tendencia de futuro. Se trata de una tendencia que está ganando tracción y que puede suponer una temática interesante de inversión de cara al futuro, según ha identificado la gestora de activos AXAIM (que implementa estas ideas en su producto AXA WF clean Economy).

El mercado de los alimentos vegetarianos está creciendo y se espera que alcance los 5.200 millones de dólares este año

«Las tendencias de consumo alimentario han comenzado a evolucionar a medida que los consumidores, los gobiernos y las compañías se han hecho más conscientes del impacto que supone una producción alimentaria insostenible. En los últimos años, hemos visto a cada vez más consumidores pasarse a dietas veganas, vegetarianas o «flexitarianas» en un intento de reducir su consumo de carne. Eso ha provocado que el 70 por ciento de la población haya rebajado la carne que come», escribe Amanda O’Toole, gestora de AXAIM, en un informe.

En este contexto, el mercado de alimentos vegetarianos está creciendo de manera exponencial y se espera que alcance un tamaño de 5.200 millones de dólares este mismo año.

Algunas compañías ya han comenzado a sacar partido en bolsa de estas buenas perspectivas. Es el caso de Beyond Meet, fabricante de sustitutivos de la carne de origen vegetal, que se estrenó en bolsa en mayo pasado a 66 dólares y, actualmente, supera los 100.

Asimismo, otra compañía a la que hay que seguir la pista en este sentido (aunque todavía no ha salido a bolsa) es Mosa Meats, que este año estará en condiciones de vender carne producida artificialmente en el laboratorio a través de células a precios reducidos (diez dólares la porción).

Otra área con potencial son los productos de comercio justo, que alcanzaron los 9.200 millones de dólares en 2017 ante la preocupación cada vez mayor de los consumidores por adquirir alimentos responsables, que no contribuyan a destruir el hábitat a los orangutanes o que respeten los derechos de los productores, por poner dos ejemplos.

Comeremos algas. Por último, otra área identificada por AXA IM es la de los alimentos fabricados con algas, que tienen el atractivo adicional de ser una fuente importante de proteínas, de crecer a una velocidad diez veces superior a las plantas terrestres y de no necesitar agua dulce para su producción. Se espera que el mercado de productos elaborados con estos vegetales escale hasta los 5.200 millones de dólares en 2023.
Source: ABC

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