EE.UU. recrudece la guerra con la UE y eleva del 10% al 15% los aranceles a Airbus

El Gobierno de Estados Unidos aumentará del 10% al 15% los aranceles a los aviones Airbus importados de Europa a partir del 18 de marzo en respuesta a unos subsidios públicos al sector que la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha declarado ilegales tras una investigación que culminó en octubre.

Los primeros aranceles del 10% entraron en vigor en aquel mismo mes, después del fallo definitivo de la OMC, y vinieron seguidos por otra tanda de impuestos norteamericanos a productos europeos —incluidas aceitunas, aceite y quesos, entre otros— por valor de 6.700 millones de euros.

El anuncio del aumento de aranceles lo hizo la oficina comercial de la Casa Blanca, que calificó el fallo de la OMC de octubre de «una victoria contra las prácticas injustas de la UE en materia de comercio». «Es otra victoria para el presidente Donald Trump», dijo ese comunicado.

En realidad estos gravámenes contra Airbus forman parte de aquel gran paquete de aranceles de hasta el 25% que afectan especialmente al Reino Unido, Francia, Alemania y España. A este último país ha golpeado especialmente al sector del aceite y la aceituna.

«Europa nos trata muy mal»
Trump ha denunciado en numerosas ocasiones lo que considera un «trato injusto» en materia de comercio por parte de la UE. El lunes, en un acto en la Casa Blanca, dijo que «Europa nos trata muy mal, en los pasados 10 ó 12 años hemos registrado unos déficits muy grandes. Hay que hacer algo. Saben que vamos a hacer algo al respecto».

Trump se ha desmarcado de presidentes anteriores al exhibir abiertamente su frustración con los aliados europeos. En una comparecencia en un evento religioso la semana pasada, dijo, amenazante, que «tenemos aliados. Tenemos enemigos. A veces los aliados son enemigos, y nosotros no lo sabemos».

El problema es que aun después de los aranceles de octubre, la UE sigue registrando un superávit comercial con EE.UU. De hecho, las cifras del año pasado, un excedente de 152.000 millones de euros, suponen un aumento del 11% con respecto al año anterior. Es poco probable que esas cifras aplaquen al presidente.

Cualquier negociación entre Washington y Bruselas se ha visto además entorpecida por el juicio político al presidente (impeachment), del que fue absuelto la semana pasada. Tras la exoneración, Trump retiró a su embajador ante la UE, Gordon Sondland, porque testificó en su contra en el Senado.

Mientras ha empleado el fallo de la OMC para justificar sus aranceles, Trump ha paralizado esa misma institución, de la que además quiere sacar a EE.UU., al bloquear la aprobación de nuevos jueces de apelación que emiten fallos en última instancia entre partes en disputa.

Lo cierto es que la propia OMC falló hace un año que EE.UU. también ha subvencionado al fabricante de aviones norteamericana Boeing de forma irregular. La UE, que también ha renovado su cúpula el año pasado, estudia ahora qué medidas tomar. El mes pasado la Comisión emitió una lista preliminar de productos sujetos a aranceles. Según la comisaría europea de comercio, Cecilia Malström, «esto no es un ojo por ojo. Incluso si tenemos que preparar contramedidas en caso de que no haya otra salida, sigo pensando que el diálogo es la solución que debe prevalecer entre socios importantes. La UE y EE.UU. deben poner fin a esta larga disputa. La Unión permanece abierta a un diálogo con EE.UU., siempre que no se establezcan requisitos previos y se busque un resultado justo».

A tenor del aumento de aranceles a Airbus, la Casa Blanca no está en este momento por la labor de negociar. Varios mandatarios europeos que han visitado a Trump en meses pasados le han pedido que negocie y retire los aranceles ante el riesgo de una guerra comercial como la que ha tenido con China. El presidente se ha negado, aludiendo siempre al déficit comercial que registra EE.UU. con Europa.

En lo que respecta a España, que participa en el consorcio de Airbus, los ministros que han visitado Washington, como la de Economía, Nadia Calviño, han optado por no tener bilaterales sobre comercio, y han dejado el asunto en manos de Bruselas.
Source: ABC

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