Pablo Iglesias ha convertido la reunión convocada este viernes por el Ministerio de Trabajo para abordar mejoras en el subsidio agrario en un auténtico acto de partido. Si su aparición fue ya de por sí una sorpresa, más aún lo fue que a última hora se desconvocó a las principales organizaciones agrarias. En su lugar, el vicepresidente segundo del Gobierno y la ministra del ramo, Yolanda Díaz, se sentaron solo con los sindicatos minoratios en el campo: UGT, CC.OO. y, por si fuese poco, el Sindicato Andaluz del Trabajo (SAT), estrechamente vinculado a la formación morada y representado en la sesión por el polémico exdiputado de Podemos Diego Cañamero. Una situación que ha soliviantado incluso a los miembros de UGT y CC.OO. presenten en el cónclave.
Cañamero (Campillos, Málaga, 1956) fue alcalde de El Coromil con Izquierda Unida entre 1987 y 1991 y entre 1995 y 2001, y durante la pasada legislatura diputado por Jaén, convirtiéndose en el segundo candidato consecutivo de Podemos proveniente del SAT, tras el concejal Andrés Bódalo, que fue encarcelado por agredir a un concejal socialista en 2012. Además fue uno de los fundadores del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) en 1976 y a partir de 1977: en 1984 fue elegido secretario general de este sindicato y en 2007 portavoz nacional del SAT, central sucesora del antiguo SOC.
«Hay que ser insumiso contra la injusticia y contra las leyes injustas», decía en 2016 mientras recogía su acta de diputado. El político andaluz cuenta en su haber con un largo rosario de detenciones, denuncias, querellas, juicios y condenas como sindicalista agresivo. En 1986 fue condenado a un mes y un día de prisión por su participación en la ocupación de la finca El Garrotal, en El Coronil, práctica que se convirtió en costumbre en el SAT cada Día de Andalucía y cada Primero de Mayo. En el verano de 2012 protagonizó junto con el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, asaltos a dos supermercados, uno en Écija de Mercado y otro en Arcos de la Frontera en Carrefour bajo lo que denominaron «una expropiación forzosa de alimentos». «Hemos expropiado a los expropiadores» , decía Gordillo.
En esa línea, en 2013 fue detenido por ocupar la finca Las Turquillas de Osuna y fue condenado a siete meses de cárcel y una multa de 1.200 euros. Su última detención data de 2016, cuando fue arrestado para declarar por una acción sindical de 2013 en una gran superficie comercial de Dos Hermanas (Sevilla) en la que los sindicalistas se hicieron con material escolar. Cañamero quedó en libertad con cargos por un presunto delito de hurto.
La vinculación entre Podemos y SAT, invitado sorpresa a la reunión del campo este viernes en el Ministerio de Trabajo, es total. Prueba de ello es que a principios de 2017, el secretario general de la formación morada, Pablo Iglesias, visitó a Andrés Bódalo en la prisión de Jaén, donde el sindicalista y exconcejal de Jaén en Común cumplía una condena de tres años por la citada agresión a un concejal socialista durante unas protestas de los jornaleros en 2012. A Iglesias lo acompañaba su sindicalista, Diego Cañamero.
Source: ABC