Lidl confirma el «boom» de la oferta «listo para comer» con más platos preparados

El sector de la distribución interpreta que cocinar será cada vez más una afición reservada para momentos especiales. A ocho de cada 10 españoles les falta tiempo para cocinar y los supermercados se están convirtiendo en una especie de abuela que prepara los táper para toda la semana. Una tendencia que ha hecho que la comida preparada y los productos frescos se hayan convertido en protagonistas de las tiendas de
Lidl, que este año van a librar la batalla del «foodservice».

La conveniencia, comodidad y unos precios que son los más bajos del mercado, son el principal atractivo que exhibe la cadena, en un contexto en el que este servicio creció un 10% el año pasado, frente al incremento del 1,8% del sector en general.

Lidl acaba de lanzar en España su nueva apuesta en precocinados para consumo inmediato a través de catorce platos preparados, ocho calientes y seis fríos, elaborados artesanalmente con productos de proximidad y que se unen al surtido de precocinados que ya ofrecía. La presentación se realiza en unos expositores en la zona «caliente» de las tiendas, en las que también ofrece todo tipo de horneados.

«Listo para comer» está ya disponible en cuatro puntos de venta de la Comunidad de Madrid (Moratalaz, García Noblejas en la capital, Coslada y Alcorcón) y la oferta se expandirá durante 2020 a otras tiendas del resto de España, tanto en las nuevas que se inauguren, a un ritmo de 30 anuales, como en las que se reformen.

Con la nueva gama, la cadena ofrece una respuesta a esta tendencia de consumo a precios que van desde los 1,19 euros de dos tipos de hamburguesas recién hechas (la clásica cheeseburger y la BBQ Beef Burger), a los 2,99 de la paella. También se pueden comer caliente recetas clásicas «made in USA», como «nuggets» de pollo, alitas picantes o «wraps» de falafel, entre otros. Para solo calentar en el trabajo o el hogar, el consumidor puede adquirir albóndigas a la jardinera, croquetas de jamón ibérico, risotto de setas, macarrones a la boloñesa y paella, además de platos fríos como la ensaladilla o el famoso guacamole de la firma.

La inmediatez y el producto fresco mandan en la batalla por aumentar cuota en el estómago del consumidor

Cada vez quedan menos españoles que cocinan después del trabajo porque valoramos tener la mesa puesta o disfrutar del poco tiempo de ocio del que gozamos para dedicarlo a otras tareas. Esa tendencia, unida a la creciente oferta saludable y disponible en supermercados como Lidl, que potencia los productos frescos, ha acabado con la mala prensa que antaño tenían los alimentos preparados. Eso explica que los 47 millones de españoles hayan comprado al menos seis veces al mes en 2019 platos listos para consumir, muchos de ellos en supermercados, según Kantar.

El concepto de «take away» o listo para llevar ya está extendido en las ciudades e irrumpe el «on the go» (sobre la marcha), o «ready to eat» (listo para comer), donde sea y cuando sea. De ahí que ofertas como las de Lidl puedan ser recurrentes. Arantxa Conde, responsable de relaciones públicas de la firma, asegura que «se puede comer de lunes a viernes haciendo una dieta equilibrada con nuestros platos variados, sencillos y rápidos a menos de tres euros, frente a los menús diarios en cualquier restaurante, con precios entre 8 y 12 euros».

El gerente de compras y de desarrollo de la categoría Convenience de Lidl en España, David Domene, señala que los platos calientes se ofrecen sobre planchas a 95 grados y se renuevan a las 12.30 y a las 18 horas para abarcar las franjas del almuerzo y la cena. Unos alimentos que solo permanecen un máximo de cuatro horas en exposición y luego se retiran «para que no pierdan sus propiedades organolépticas».

Eduardo San Bernardo
El sector multiplica por 2,5 su peso en la cesta de conveniencia de la compra
La consultora Nielsen explica en su informe «La cesta conveniente de la compra» que la comida lista para comer ha crecido 2,5 veces más que el conjunto del mercado, o lo que es lo mismo, seis puntos por encima de la media del conjunto del gran consumo. Sus cifras apuntan que tres de cada diez consumidores compran comida preparada en supermercados que cuentan con este tipo de oferta. Otro estudio de la asociación AECOC de fabricantes y distribuidores señala que ya son un 56% los consumidores que compran platos listos para consumir por falta de tiempo, sobre todo en las ciudades, pero también entre jubilados, que ven en el supermercado una opción cercana y a precios asequibles con recetas como la de la imagen: tabulé oriental con uvas pasas y especias con pollo en su propio jugo con tomillo y un toque de limón por menos de tres euros.
Source: ABC

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