El Banco de España aspira a elevar su influencia y mejorar su reputación en su primer plan estratégico

Cuando Pablo Hernández de Cos asumió hace poco más de medio año el cargo de gobernador del Banco de España ya mostró su intención de dar un vuelco a la institución. Ahora ha puesto negro sobre blanco sus objetivos y medidas para conseguirlos en el que es el primer plan estratético del banco central nacional de su historia. El plan, para el periodo 2020-2024, incluye 19 actuaciones encaminadas a lograr cinco objetivos, entre ellos elevar la influencia de la institución y mejorar su reputación, muy dañada por la crisis financiera, y en concreto por el derrumbe de las cajas de ahorros.

«El plan permitirá al Banco de España adecuarse mejor a un entorno económico, social y tecnológico cambiante, y así lograr una mayor eficiencia y calidad en los servicios que provee a la sociedad. Además, será un elemento fundamental para cohesionar al banco, contribuyendo a fijar objetivos comunes para todos sus empleados», justifica el organismo al presentar el plan, aprobado por el consejo de gobierno de la institución el pasado 9 de enero. «Se trata de que todos trabajemos para lograr ser un banco central de referencia, más dinámico y comprometido con la sociedad», añade Hernández de Cos en el prólogo del plan.

El plan estratégico, una práctica habitual en el mundo empresarial, fija un total de cinco objetivos. Uno de ellos, es la mejora de la capacidad del Banco de España para identificar y reaccionar de forma temprana ante los riesgos para la estabilidad financiera y económica, una de las debilidades que se le atribuyó durante los años de la formación de la burbuja. El organismo también se propone modernizarse para ser más eficiente y flexible, a través de actuaciones como una revisión de su organización y procedimientos internos, e impulsar la excelencia de su plantilla.

«Aumentar la capacidad de influencia en nuestro ámbito de actuación». Así reza el cuarto objetivo estratégico definido por el equipo encabezado por Hernández de Cos, que, por ejemplo, tiene entre sus obsesiones elevar la representación del Banco de España en las instituciones europeas e internacionales y ya ha logrado situar a cargos españoles en puestos de relevancia del entramado bancario comunitario. Pues bien, la institución quiere aprovechar su experiencia, conocimiento y reputación en determinadas áreas como el análisis de microdatos y del riesgo de crédito y la inspección «in situ» para consolidarse, en el ámbito del Eurosistema, en una institución de referencia en la supervisión prudencial, particularmente en los riesgos de crédito y tecnológico.

La quinta meta que fija Hernández de Cos para el banco central es «generar mayor confianza en el Banco de España y más valor para la sociedad». Para ello plantea, entre otras medidas, potenciar la mejora de la conducta de las entidades con sus clientes y elevar la transparencia y la rendición de cuentas del propio organismo, «informando a la sociedad con claridad, objetividad y regularidad» sobre sus funciones, objetivos y actuaciones. «Mejorar la confianza en el Banco de España pasa por aumentar los esfuerzos en estas tareas», admite el supervisor.

La dirección del Banco de España hará trimestralmente un informe de seguimiento del plan e informará cada semestre al consejo de gobierno de la institución de su grado de ejecución. En el ecuador del plan, a mediados de 2022, la institución hará una revisión del mismo y lo actualizará o rediseñará si es necesario.
Source: ABC

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