Moody's rebaja a «negativa» la calificación de los bancos alemanes

Las quejas de los bancos alemanes sobre los daños colaterales que la política de tipos negativos del BCE está causando en su rentabilidad no responden solamente a una percepción subjetiva. La agencia de calificación financiera Moody’s llega a las mismas conclusiones y por ello ha rebajado su nota sobre los bancos alemanes. Prevé, de hecho, una caída de su rentabilidad y de su solvencia entre los próximos 12 o 18 meses y ha cambiado su calificación de «estable» a «negativa». Según Bernhard Hel
d, de Moody’s, los bancos tradicionales, en particular las que hacen negocio con los depósitos, «lucharán para ser rentables en un entorno de tasas continuamente bajas», por lo que desaconseja la inversión en sus acciones.

El Bundesbank reconoce con amargura la corrección de estas previsiones. Claudia Buch, la vicepresidenta del banco central alemán, admitió ayer durante la presentación de un informe anual sobre estabilidad financiera que desde hace ya un año «la vulnerabilidad de los bancos ante el riesgo del crédito aumenta gradualmente», advirtiendo que los bancos alemanes han subestimado los riesgos tanto de los créditos concedidos, sobre todo el valor de las garantías, como los bienes inmobiliarios, lo que podría ser perjudicial en caso de un cambio de coyuntura. Hizo estas declaraciones cuando el PIB alemán acaba de esquivar por muy poco la recesión técnica en el tercer trimestre.

Intereses negativos
Conscientes de la situación, los bancos alemanes toman medidas drásticas, especialmente teniendo en cuenta la cultura ahorradora de este país. El banco cooperativo Volksbank Raiffeisenbank Fuerstenfeldbruck, con sede en Baviera, ha anunciado su decisión de cobrar a sus nuevos clientes por sus depósitos a partir del primer euro. La entidad ha explicado en su página web que en el caso de las nuevas cuentas corrientes con depósitos superiores a 20.000 euros traspasará a los clientes los intereses negativos que le aplica el BCE por su exceso de reservas, que es un 0,5% en su tramo más negativo, causando un gran escándalo entre los usuarios.

Hasta ahora, algunos bancos alemanes habían anunciado que iban a cobrar a sus clientes particulares con depósitos muy elevados, a partir al menos de 100.000 euros, como es el caso de Berliner Volksbank, la segunda mayor cooperativa bancaria del país. Tanto Deutsche Bank como Commerzbank reconocen que están estudiando la idea. Esta práctica es algo más generalizada con los depósitos de las empresas. Al menos 34 prestamistas alemanes ya han optado por arrastrar a algunos clientes minoristas a la refriega de los tipos negativos, según el proveedor de datos Biallo.de. Sin embargo, la mayoría de ellos son bancos más pequeños y el umbral suele estar muy por encima de la marca de 100.000 euros. La opción mayoritaria por ahora es pasar los costes a clientes corporativos y con elevados niveles de capital.

La política de Mario Draghi de tipos negativos está costando a los bancos alemanes 2.400 millones de euros al año, según el lobby bancario del país. Según la portavoz de la asociación alemana de cooperativas bancarias, Cornelia Schulz, «no se puede descartar que clientes o productos adicionales se vean afectados dado que es prioritario mejorar cuanto antes los ratios de rentabilidad».
Source: ABC

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