Justo a tiempo

Política y economía tienen mucho de gestión de tiempos. Y el momento en que ha llegado a España el nuevo aviso desde Bruselas no es uno cualquiera. Bruselas ha lanzado hoy un claro mensaje de contención y prudencia a nuestro país y ha señalado los objetivos que bajo ningún concepto el nuevo gobierno puede perder de vista: la reducción de la deuda y el déficit «deben ser una prioridad», ha dicho Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión. Gobierne quien gobierne y necesite los apoyos que necesite, podría haber añadido.

Las negociaciones para la formación del Gobierno tras el pacto exprés anunciado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias llevan días marcadas por la ley del silencio, pero eso no ha impedido que los nervios hayan aflorado en el mundo empresarial y no es de extrañar que también hayan puesto en alerta a Bruselas. Subidas de impuestos y creación de otros nuevos, banca pública, contrarreforma laboral, intervención del mercado del alquiler, rentas mínimas y demás subsidios han sido anunciados durante la última campaña electoral y no parecen las medidas más adecuadas para hacer frente a un momento de desaceleración económica.

En esta clave hay que entender también la distancia marcada ayer por la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, con las propuestas de Unidas Podemos. La encargada de mantener y cultivar las relaciones entre España y Bruselas tildó de «relativo» el que se pueda considerar «muy barato» el despido en España con una indemnización equivalente a 20 días por año trabajado. Porque hay cuestiones que en Europa no se negocian y el cumplimiento con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento es una de ellas.

Resulta, además, que España tiene una deuda que iguala en volumen a su PIB. Y este es el pequeño detalle que parecen olvidar los que abogan ahora por aumentar el gasto y claman contra los efectos devastadores que nos dejó la austeridad. Pero es que, desafortunadamente, la situación de las arcas públicas de los países de la zona euro no es ni mucho menos uniforme. Quizá por ello Bruselas insiste en diferenciar entre los países que, como Alemania, tienen margen para gastar y estimular su economía y los que, como España, tienen que dedicar todos los euros extra que se recauden a reducir la millonaria factura que la crisis nos ha dejado en herencia.

«En un período de riesgos crecientes para las perspectivas de crecimiento económico de Europa, es tranquilizador que países de la zona del euro como Alemania y los Países Bajos utilicen su margen de maniobra presupuestario para apoyar la inversión, aunque se puede hacer más. Por otra parte, los Estados miembros con niveles de deuda muy elevados, como Bélgica, Francia, Italia y España, deberían aprovechar el menor gasto en concepto de intereses para reducir su deuda. Esta debe ser su prioridad», ha remarcado hoy Dombrovskis.

El Gobierno en funciones ha respondido a Bruselas con el mismo argumento que ya ofreció el pasado mes de octubre, cuando llegó el primer tirón de orejas comunitario por el descuadre del plan presupuestario enviado: un Ejecutivo en funciones tiene las manos atadas y las proyecciones enviadas se revisarán en cuanto sea posible elaborar unos Presupuestos Generales para 2020. Y ha reafirmado su «compromiso firme» con la reducción de la deuda y el déficit. La misma cantinela, sí, pero en un momento bien distinto, marcado por las negociaciones para conformar el próximo gobierno. El mensaje de Bruselas es duro, sí, pero sobre todo llega justo a tiempo.
Source: ABC

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