Freelance, el nuevo escenario del trabajo cualificado

Una de las aspiraciones laborales más frecuentes de las generaciones pasadas va camino de convertirse en una utopía para los profesionales del mañana. El trabajo para toda la vida da sus últimos coletazos en un escenario empresarial dominado por la flexibilidad, la ultraespecialización y la tendencia a contratar por proyectos.

Un cambio de mentalidad que ya está calando en las compañías que operan en España. El 69,26% de los responsables de recursos humanos cree que en 2025 las plantillas se reducirán y las nuevas fórmulas estarán protagonizadas por freelances, según datos del Informe Infoempleo Adecco 2018. «El entorno en el que nos estamos moviendo con las nuevas relaciones de trabajo cada vez va a potenciar más la figura del freelance», señala el director de Adecco Group Institute, Javier Blasco.

Más allá de los polémicos falsos autónomos, existe todo un universo de profesionales cualificados que se encargan de desarrollar iniciativas en diversas organizaciones

por un periodo de tiempo determinado.

Juan de Peñaranda, director ejecutivo de Michael Page, consultora de recursos humanos especializada en selección de personal cualificado, asegura que los sectores que tienen su negocio centrado en el entorno digital son los que más recurrirán a los profesionales freelance. La razón: «Este sector está generando proyectos constantemente porque utilizan una metodología de prueba y error. Tienen ideas, las intentan sacar adelante y esperan seis o nueve meses para ver si ese negocio genera beneficios. Si es así, se consolida un equipo de trabajo y si no, cierran ese proyecto y pasan a otra cosa». Una situación que «obliga a que haya gente disponible, con buena formación y experiencia que aportar a un proyecto de carácter inmediato», añade.

Para las organizaciones, la gran ventaja es el ahorro de costes laborales, tal y como subraya de Peñaranda, que apunta también a otro factor: «Las empresas tienen congeladas las contrataciones por el motivo que sea o en previsión de lo que pueda venir. Empezamos a notar un frenazo por parte de las compañías, a las que les cuesta tomar decisiones a corto y medio plazo no solo por la situación de España, sino por la coyuntura global».

Formación permanente
La construcción de su trayectoria en diversas compañías obliga a estos profesionales a tener una elevada capacidad de adaptación a las exigencias de cada cliente. La formación continua es, precisamente, una de las condiciones imprescindibles para su supervivencia. «Si estás empleado por cuenta ajena, la compañía tiene interés en que no te quedes obsoleto, pero si eres freelance debes invertir tiempo en mantener tus capacidades. Si no te reciclas puedes quedarte fuera del mercado», advierte Alfonso Jiménez, socio director de la consultora PeopleMatters, especializada en la gestión de personas.

Por su parte, Álvaro Álvarez, secretario general de ManpowerGroup, explica que actualmente se buscan perfiles multidisciplinares, por lo que la «fórmula de la empleabilidad» pasaría por una combinación de habilidades técnicas, competencias sociales y actitud y capacidad de aprendizaje. Además, afirma que con la incorporación de freelances se crean relaciones donde «se le da más importancia a los vínculos que se construyen que a las propias relaciones de jerarquía o dependencia».

«Si eres freelance debes invertir tiempo en mantener tus capacidades»

Hoy existen en nuestro país 3,2 millones de trabajadores por cuenta propia, en torno al 17% de la población activa. La mayoría, un 61,3%, son personas físicas mientras que el 38,7% restante está dado de alta con algún tipo de sociedad. Pero, ¿por qué optar por una modalidad más inestable en lugar de acogerse a la seguridad de unos ingresos fijos mensuales? Casi todos, por necesidad. Así lo revela al menos el mencionado informe de Adecco e Infoempleo, que concluye que solo el 31,18% de los autónomos lo es por oportunidad.

Un porcentaje que aumenta de forma notable en el caso de los trabajadores independientes de profesiones intelectuales. Tal como recoge el estudio sobre la situación de los freelances en España en 2019, elaborado por Malt, –plataforma que pone en contacto a empresas con freelances digitales–, el 84% de los trabajadores expertos por cuenta propia lo son por elección.

Jiménez, de PeopleMatters, resalta las diferencias entre el freelance voluntario y el forzoso: «El primero es aquel que es consciente de que puede ganar más dinero y disfrutar de una serie de ventajas si hace su carrera en formato autoempleo. Esto se da cuando ese profesional tiene una competencia altamente demandada». Con él convive la figura del freelance forzoso, cuya área de especialización «le fuerza a trabajar así porque no se le va a ofrecer empleo por cuenta ajena».

Talento senior
Los trabajadores mayores de 50 años, un colectivo vulnerable cuando las empresas se plantean recortes en personal, también han encontrado en esta fórmula una tabla de salvación. «La mayoría de los senior acabará siendo freelance. Algunos serán empujados porque han sido despedidos, pero habrá otros que, a determinada edad, decidan que no les interesa pertenecer a una jerarquía. Por otra parte, habrá muchos que pensarán que el valor de sus aportaciones será más tenido en cuenta y mejor retribuido en calidad de freelance», dice José Ramón Pin, profesor emérito del departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones y Ética Empresarial de IESE Business School.

«Va a ser una tendencia que va a evolucionar de manera muy positiva porque las empresas nos están reclamando perfiles expertos», coincide Carmen Boronat, responsable del mercado español de Malt.

Un tercio de las candidaturas de la plataforma son de carácter tecnológico, siendo los más frecuentes los diseñadores (27%) y los desarrolladores y científicos de datos (20%). «Nuestra misión es atajar el problema de la escasez de talento y hacer que la oferta y demanda se encuentren», recuerdan desde la firma.

El número de autónomos mayores de 50 años ha crecido en 110.016 personas entre junio de 2017 y junio de 2019, un 2,9% más

Según el estudio de Malt, en el que han participado 588 freelances, el 72% piensa que la principal ventaja es organizar mejor su tiempo y conciliar su vida personal y profesional. El 46% refiere la libertad para escoger los clientes y proyectos en los que trabaja y el 34% cita como positivo el trabajar en proyectos de distintos sectores y áreas de conocimiento.

Entre los mayores obstáculos, destacan la inestabilidad de los ingresos (75%), la búsqueda de clientes (72%) y la complejidad de saber venderse (33%).

Susana Rubio, profesora titular del departamento de Psicología Social, del Trabajo y Diferencial de la Universidad Complutense de Madrid, añade posibles problemas psicosociales: «Al trabajar desde casa no interactúan con compañeros y, por tanto, no tienen posibilidad de recibir apoyo social». A esto se suma la dificultad para separar adecuadamente los aspectos laborales y los familiares: «Sienten que siempre están «metidos en casa», dedicados a trabajar y a ocuparse de su casa al mismo tiempo, lo cual les puede llevar a sufrir aislamiento, ansiedad, e incomprensión».

Una solución cada vez más extendida es trasladarse a espacios de trabajo compartido o coworking, donde evitan el aislamiento y la soledad. «Permite una separación cognitiva muy clara entre casa y trabajo que facilita la concentración en cada uno de estos ámbitos, en los momentos adecuados, sin solapamientos, así como el desarrollo de las competencias de trabajo en equipo, pensamiento creativo e innovación, lo que fomenta la mejora del rendimiento y del bienestar de los trabajadores», argumenta la experta.

Beatriz Carballo y Emilio Bermo – ABC
Beatriz Carballo, diseñadora gráfica y web
Hace ya siete años le surgió una oportunidad laboral con una gran empresa. Desde entonces es freelance, una decisión con la que está satisfecha, ya que siempre ha tenido clientes. «Cuando he trabajado para alguien me he visto obligada a hacer las cosas de una forma, sin poder ofrecer libertad de mejora», lamenta. Un lastre al que, gracias a su condición de autónoma, ha dicho adiós: «De mi bagaje profesional, es esta faceta la que me ha permitido desarrollar mi lado más creativo». Carballo destaca también los beneficios de establecer su propio horario, escoger su entorno de trabajo y no tener límites en los ingresos potenciales. «Puedo ganar mucho más dinero que si tuviese un salario fijo», comenta.

Desde sus inicios como profesional por cuenta propia ha trabajado desde casa, pero este año, coincidiendo con la consolidación del estudio «rload.es», del que es cofundadora, se ha trasladado a un espacio de coworking: «Me ayuda a centrarme más, a saber qué tiempo real dedico a mi trabajo y a optimizar ese tiempo. Además, puedo programar reuniones con clientes en un espacio acogedor, mejorando mi imagen profesional».

Lo peor de no ser asalariada en una empresa: «El trabajo suele ser a corto plazo y nunca tengo seguridad de que la relación profesional con un cliente vaya a ser continuada, por lo que debo asegurarme de contar siempre con proyectos en cartera».

Emilio Bermo, desarrollador Java
Su andadura como freelance comenzó en 2017 impulsado por circunstancias personales. «Tras un accidente de tráfico y sus secuelas, no fue posible incorporarme a mi trabajo habitual. El principal inconveniente eran los desplazamientos en vehículo propio que tenía que hacer cada día. Tampoco ayudaba la rigidez de horarios, típicos en una consultora», relata Bermo, para quien lo mejor de su etapa como autónomo ha sido «poder trabajar desde casa» además de «ser dueño de tus medios de producción y poder distribuirte tu tiempo». Entre las principales dificultades, menciona las burocráticas: «No solo te ves obligado a presentar infinidad de declaraciones, sino que cuando consultas cualquier duda con un experto o con la propia administración las respuestas son imprecisas o varían según el experto consultado». Un motivo que, actualmente, ha hecho que opte por trabajar por cuenta ajena en un proyecto internacional.

Carmen Boronat, responsable del mercado español de Malt – Guillermo Navarro
Liberar el talento
Tanto Beatriz Carballo como Emilio Bermo se registraron en Malt, la plataforma que conecta a empresas y freelances. En España se implantó en septiembre de 2017, tras su éxito en Francia, donde aterrizó en el año 2013. Allí trabaja con el 80% del CAC 40, el principal índice bursátil francés, mientras que en nuestro país, –donde cuenta con una base de más de 10.000 usuarios–, colabora con el 20% de las compañías del Ibex 35, entre ellas Acciona o Indra. En marzo de este ejercicio, llegó el lanzamiento de la compañía en Alemania.

«Hay muchas startups y pymes que por eficiencia de costes contratan con nosotros, pero cada vez lo hacen empresas más grandes, departamentos de innovación, de tecnología o de data nos están llamando», asegura a ABC Carmen Boronat, responsable del mercado español de Malt. En febrero la empresa recaudó 25 millones de euros en una ronda de financiación, de modo que, desde su creación, ya suma un total de 32 millones. Desde la compañía de origen francés apuntan que su objetivo es estar presentes en toda Europa en los próximos tres años.
Source: ABC

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