El Banco de España alerta de la incertidumbre política y constata que la desaceleración ya azota a la economía

El horizonte económico internacional se ha recrudecido durante el estío, con el empeoramiento de la guerra comercial entre EE.UU. y Chin
a, la agudización de la desaceleración europea y la creciente probabilidad de un Brexit duro. Un gazpacho de factores ante los que alertó ayer por la mañana el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en los cursos de verano de La Granda (Asturias), avisando del «aumento de la incertidumbre política en algunos países» europeos y su impacto sobre el gasto de las empresas para, a continuación, constatar la «desaceleración» en España, ante el dato de crecimiento del segundo trimestre, del 0,5%, dos décimas por debajo del periodo precedente. Un aviso que llega, precisamente, con el Gobierno aún en funciones y ante la posibilidad de que haya nuevas elecciones este año.

«Algunos países, como Francia y España, que han seguido mostrando un mayor dinamismo en este período, también han registrado una desaceleración, hasta el 0,3% y 0,5%, respectivamente, en el segundo trimestre del año», sentenció Hernández de Cos.

El tono del gobernador contrasta con la intención del Gobierno de elevar la previsión de crecimiento del PIB este año, actualmente en el 2,2%, incluso después de que Alemania y Reino Unido hayan entrado en crecimiento negativo, el pulso de China y EE.UU. se haya intensificado y que Italia haya prolongado su parón.

«La debilidad del sector exterior se está propagando también hacia la inversión, de modo que los planes de gasto de las empresas ya se están viendo lastrados por la debilidad de la demanda externa», avisó el gobernador sobre el impacto en toda Europa del actual escenario de bajo PIB e inflación.

Más inversión pública de Alemania
Ante ello, Hernández de Cos aboga por que países con margen fiscal introduzcan estímulos de lado de la inversión pública, que en Europa se encuentra en mínimos. Ello se dirigiría a países con elevados superávits como Alemania, mientras que para estados con elevada deuda y desequilibrios, como España, apuesta por la consolidación fiscal antes de que haya nuevas turbulencias.

El discurso de Pablo Hernández de Cos se centró en los riesgos que acechan al conjunto de Europa. Sin embargo, muchas de las recetas que describió también afectan a nuestro país, ya que reclamó «reformas estructurales» en toda la UE, una asignatura pendiente para España en pleno parón político.

Sin margen en la UE ante una nueva crisis
En el plano comunitario, el gobernador creyó «muy preocupante» que la UE siga sin tener herramientas de política fiscal común para enfrentar nuevas crisis. Como ejemplo, Hernández de Cos recordó que mientras que en EE.UU. el presupuesto federal suaviza cerca de un 10% de las perturbaciones económicas, en Europa no existe ese mecanismo y el recién creado instrumento para la convergencia y competitividad, aunque sea un paso positivo, «carece de capacidad de estabilización».

Dicho mecanismo, recordó, no incorpora algunos de los elementos potencialmente más efectivos, como un seguro europeo de desempleo. También urgió a culminar la unión bancaria «antes de que se produzca una hipotética crisis» con la implantación de un Seguro de Depósitos Común.

Porque la coyuntura económica llama al pesimismo, con la UE como gran bloque comercial del globo y, por tanto, la mayor afectada potencial por un pulso entre EE.UU. y China. «La proliferación de medidas proteccionistas es una de las mayores amenazas para la economía mundial», aseveró Hernández de Cos, que tildó de «severo» el impacto que pueden tener medidas adicionales sobre el PIB global.

Guerra tecnológica
«Europa no puede quedar al margen del desarrollo de nuevas tecnologías y de la batalla por la supremacía tecnológica que tiene lugar entre Estados Unidos y China», advirtió para incidir que, en el ámbito financiero, la mayoría de las empresas tecnológicas más exitosas tienen su matriz en Norteamérica o en Asia. Para Europa, el limitado avance de la productividad y el envejecimiento demográfico se perfilan como grandes desafíos a largo plazo.

Pero la inmediatez manda y Hernández de Cos incidió que los riesgos para las perspectivas de crecimiento de la zona del euro «siguen apuntando claramente a la baja» por la prolongada presencia de las tensiones proteccionistas, la incertidumbre asociada a factores geopolíticos (como el agravamiento del «brexit» y la inestabilidad política en Italia) o las dudas sobre la intensidad del proceso de desaceleración de China. Hasta catorce veces repitió la palabra «incertidumbre» el gobernador para esbozar la situación económica internacional. El paisaje es sombrío y coge a España sin un rumbo claro en su política económica.

Los tipos bajos amenazan a la estabilidad financiera
Hernández de Cos advirtió de que, la carencia de mecanismos efectivos de coordinación de la política macroeconómica europea se ve agravada cuando la política monetaria roza sus límites efectivos de tipos de interés, «circunstancia que podría ser más frecuente en un futuro en un contexto de tipos reducidos de manera persistente». Ante ello, «los bancos centrales tendrán menos espacio para recortar tipos en respuesta a futuras crisis» y deberán apostar «con mayor frecuencia» por «medidas menos convencionales de ampliación de sus balances». Esta situación de tipos a ras del suelo puede afectar a la estabilidad financiera y a la rentabilidad del negocio de las entidades, en palabras del gobernador, por lo que el Banco de España ha pedido al Eurosistema que frente a la actual tasa del -0,4% para los depósitos en el BCE, se analice un sistema «que incorpore distintos tramos» ademá de analizar la orientación futura de los tipos y el tamaño y composición de posibles nuevas compras de activos.
Source: ABC

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