España se estanca en el ranking de competitividad global en el puesto 36

La competitividad de España se estancó el año pasado frente a la del resto del mundo. Así lo atestigua la escuela de negocios IMD que señala que España se mantiene en 2019 en el puesto 36 de 63 países. En 2016 y 2017, nuestro país alcanzó su mayor puesto en los últimos , al escalar al 34. Sin embargo, el año pasado ya empeoró su puntuación en el ranking y este año se ha estancado. Si bien el desempeño económico del país ha mejorado para este organismo, la eficiencia del sector público y la seguridad jurídica ha empeorado. Al frente del ranking, Singapur le quita el primer puesto a Estados Unidos –ahora tercero– mientras que Hong Kong se cuela en el segundo puesto. El país menos competitivo del mundo es Venezuela mientras que el penúltimo es Mongolia.

Los indicadores en los que peor puntúa nuestro país son el desempleo juvenil –está en el puesto 60 de 63 países–, emprendimiento –59– y el escaso dominio de idiomas –puesto 56–. Por el contrario, las principales fortalezas de España son aspectos relacionados con la calidad de vida (alta esperanza de vida, infraestructuras médicas, seguridad…) así como la formación del colectivo de ingenieros.

Entre los desafíos que el IMD subraya están fortalecer la sostenibilidad del sistema fiscal para el medio y largo plazo (incluyendo la reforma del sistema de pensiones), desarrollar una formación más vinculada a las necesidades de las empresas, impulsar la internacionalización de las empresas, reducir la excesiva regulación existente y promover la digitalización y la adopción de tecnologías innovadoras en diversos sectores empresariales.

No ha sido un buen año para Europa debido, especialmente, a la incertidumbre política y económica. Holanda (6), Dinamarca (8), Noruega (11), Luxemburgo (12), Alemania (17), Austria (19), Reino
Unido (23), Bélgica (27), Francia (31), República Checa (33), Estonia (35), Polonia (38), Portugal (39), Italia (44) y Grecia (58) experimentan, todas ellas, caídas de posiciones con respecto al año anterior.

De la región, Irlanda (7) es el país que más ha mejorado, escalando 5 posiciones gracias al fortalecimiento de su economía y a una mejora de las condiciones comerciales. Suiza (4) sube de la quinta a la cuarta plaza, ayudada por el crecimiento económico, estabilidad del franco suizo y las infraestructuras de alta calidad.

En contrapartida, Portugal (39) protagoniza la mayor caída en la zona perdiendo seis puestos, lo que supone un retroceso respecto a la mejora que había logrado el año anterior. Notables también las bajadas de Reino Unido y Francia (tres posiciones) y Alemania, Holanda e Italia, que descienden dos escalones en cada caso.

«En un año de gran incertidumbre en los mercados mundiales debido a los rápidos cambios acaecidos en el panorama político internacional y en las relaciones comerciales, la calidad de las instituciones parece ser el elemento unificador para aumentar la prosperidad. Un marco institucional sólido proporciona la estabilidad necesaria para que las empresas inviertan e innoven, garantizando una mayor calidad de vida para los ciudadanos», apunta Arturo Bris, profesor del IMD.
Source: ABC

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