Orcel contrata al bufete De Carlos Remón y estudia demandar al Santander por su fichaje frustrado

Andrea Orcel se prepara para plantar batalla legal al Santander en caso de no llegar a un acuerdo económico por su fichaje frustrado como consejero delegado del grupo financiero español. El banquero italiano, que reclama al banco cántabro por la pérdida patrimonial y el daño reputacional sufrido, contrató a mediados del pasado mes de febrero al despacho de abogados De Carlos Remón y estudiar desde entonces con sus bogados una posible demanda contra la entidad presidida por Ana Botín por cancelar el pasado enero su nombramiento, acordado y anunciado en septiembre de 2018.

El Santander había acordado una retribución anual para Orcel similar a la que percibe José Antonio Álvarez, a quien iba a sustituir y quien finalmente ha permanecido en el puesto de número dos del banco. Además, y dentro de las conversaciones sobre los términos de la salida de Orcel de UBS, Botín negociaba con el banquero y la entidad suiza compensarle por las retribuciones variables diferidas y otros derechos que el banquero había acumulado en UBS y que suponían el pago a lo largo de los próximos siete años de algo más de 50 millones de euros.

Diferencias con UBS
UBS solo pagaría esa cantidad al banquero en caso de que no se fuese a una entidad competidora. El Santander hizo una estimación inicial del coste del ficha inferiror porque confiaba en que la dirección del grupo suizo no iba a considerar al banco español un competidor, al dedicarse a negocios diferentes, uno a la banca de inversión y el otro a la banca minorista. Sin embargo, UBS trató al Santander como un competidor y se negó a pagar ese bonus a Orcel.

Así las cosas, el Santander, en una decisión inédita, paró el fichaje al considerar inasumible compensarle por ese bonus. «El consejo considera que sería inaceptable para un banco comercial como Santander hacer frente al coste de contratar a una persona, aunque sea de este nivel y esta trayectoria, a la luz de los valores de la entidad y de la responsabilidad que tiene con sus grupos de interés y las sociedades de los países en los que opera», explicó la entidad al tomar la decisión.

En busca de un acuerdo extrajudicial
Orcel, que no ha regresado a UBS ni ha fichado por ninguna otra entidad, quiere que el Santander le compense por lo que ha dejado de ganar tras frustrarse su contratación, que la ha supuesto una pérdida patrimonial, así como por el daño reputacional sufrido a raíz de la inusual reversión del contrato. En este sentido, Botín admitió el pasado enero que la entidad mantenía conversaciones con el banquero de cara a alcanzar un acuerdo que evitase ir a los tribunales.

Según distintas informaciones, el Santander le habría ofrecido un puesto bien remunerado como consejero asesor internacional. En todo caso, Orcel ha decidido contratar lo servicios del bufete De Carlos Remón, especializado en litigios complejos y en derecho mercantil, para estudiar su estrategia a seguir, lo que eleva la presión sobre el Santander.
Source: ABC

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