De Ornelas volvió a Venezuela para poner "su grano de arena"

Redacción Meridiano

En el mundo hay algunos afortunados que logran llegar a ser futbolistas profesionales y lo que logran desarrollar su carrera hasta el punto de que al finalizarlas se convierten en entrenadores; sin embargo hay algunas ocasiones en que la vida te empuja a algo más importante y en ese sentido Fernando De Ornelas encontró un nuevo camino en Jesús.

El ex futbolista venezolano, quien tuvo la dicha de jugar con la Vinotinto y ahora hace vida en Noruega, está de vuelta al país tras ocho años para desarrollar su iglesia “Betania Venezuela”, una filial de la que tiene en Noruega (Betania Stathelle), que busca con la religión y el fútbol ayudar a sus compatriotas que están sufriendo, aún más por las dificultades que se viven en el país.

“Regreso a Venezuela para dar un granito de arena. A pesar de todas las dificultades, el calor de los venezolanos no lo hay en ningún lugar. Aunque le falten cosas, son tan amables de invitarte a pasar y darte un café, aún con esas cosas son muy cálidos y eso es algo que no se ve en otras partes”, explicó en una entrevista que ofreció en las instalaciones del Bloque Dearmas.

De Ornelas tuvo una carrera muy prolífica en el mundo del balompié. Tras su debut a los 17 años pasó por muchos países –Hong Kong, Inglaterra, Escocia, Alemania, Noruega, entre otros-, pero tras terminar su carrera y realizar su curso de entrenador tuvo la oportunidad de ejercer en el país escandinavo; no obstante tuvo que tomar una decisión y la vida religiosa entro a escena. “Llega un punto en la vida en el que tomas decisiones. La mía fue dejar a un lado ser entrenador para dedicarme a mi familia y seguir a Jesús. Un camino que te llena de distinta forma, pero que te alegra mucho más”, indicó.

Con su regreso a su patria espera poder hacer algo más tangible por las personas que padecen y sufren de todos los embates que en la actualidad se pueden apreciar. Apoyado en el balón, con el que trabajó durante toda su vida, y en Jesús, que le ha dado un nuevo camino, espera poder lograr dar esperanzas. “Lo que busco es sembrar y dar un poco de esperanzas a todos esos venezolanos que realmente la necesitan”, concluyó.

Participó en el cambio de la Vinotinto

Para un jugador representar a su país es lo máximo y De Ornelas tuvo el honor de hacerlo en una de las épocas de más renombre para la selección nacional: cuando se dio el cambio y “la selección dejó de ser la ‘Cenicienta’ para convertirse en ‘La Vinotinto’”.

El criollo explicó que cuando él llegó (en 1999) el entrenador de ese entonces, José Omar Pastoriza, cambió la mentalidad del jugador y los impulso a ganar. De Ornelas mencionó que antes tenían el ímpetu, pero con Pastoriza primero y Richard Páez después, lograron plasmar en el campo todas esas ganas de forma técnica en el campo y así comenzar a conseguir triunfos en lugares como Chile, Uruguay, Perú y muchos más.

“Antes volvíamos en el avión con las caras largas y luego de que cambió la mentalidad los retornos eran más alegres y divertidos porque triunfábamos donde antes nunca nos imaginábamos que lo haríamos”, explicó.

Aunque el cambio es evidente y hay jugadores como Rondón o Rincón que han logrado muchos éxitos en el exterior, a su entender aún faltan muchos pasos, pero se está yendo por un buen camino. “El futbolista venezolano ha evolucionado muchísimo y a pesar de que cuesta mucho que algunos en muchas partes del país lleguen a ser profesionales, si se sigue impulsando el deporte y creyendo en el talento saldrán muchos más jugadores que dejen el nombre de Venezuela en alto”, finalizó.

Source: Meridiano

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