Al Ibex 35 se le atraganta el turrón y pierde los 8.500 puntos por primera vez desde agosto de 2016

El principal indicador de la Bolsa española, el Ibex 35, ha perdido esta Nochebuena un 0,89% y, por primera vez desde agosto de 2016, el nivel de los 8.500 puntos, por las dudas de los inversores sobre el futuro de la economía mundial.

En una jornada semifestiva para la Bolsa española, que ha echado el cierre a las 14 horas y no vuelve a abrir hasta el jueves 27, el Ibex 35 ha restado 76,20 puntos, hasta 8.480,60 puntos, con lo que las pérdidas anuales se amplían al 15,56%.

La caída del 2,20% de Inditex, unida a la mala evolución de otros «pesos pesados» del selectivo español como Telefónica, que ha cedido un 1,42%, BBVA, un 1,31% o el Santander, un 0,99%, contribuyeron a las pérdidas del Ibex en la sesión. Iberdrola, sin embargo, avanzó un 0,40% y Repsol, un 0,04%, con el barril de Brent -referencia en Europa- en 53,41 dólares.

IAG, fruto de la fusión de Iberia y British Airways, lidera las pérdidas del Ibex con una caída del 3,65% y la noticia sobre un supuesto rechazo de Norwegian a su oferta de compra; a continuación, Inmobiliaria Colonial y ArcelorMittal, que ceden un 2,60 y un 2,48%.

En el lado de las subidas, destaca el alza del 3,94% de Merlin Properties, seguido del 3,37% de la papelera Ence en su estreno en el Ibex en sustitución de Día, que baja un 5,78%; Cie Automotive completa el pódium con un avance del 2,09%.

Sin referencias de plazas importantes como las de Fráncfort o Milán en Europa, o la de Tokio por el cumpleaños del emperador, el Ibex s
e ha contagiado del pesimismo tras la oleada de ventas del pasado viernes en Wall Street. Con el euro en 1,140 dólares por la inestabilidad política al otro lado del Atlántico, París ha perdido un 1,45% y Londres, un 0,52%.

El pulso que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está echando al Congreso para conseguir financiación para el muro con México se ha saldado con el cierre de la Administración al menos hasta el próximo 3 de enero, lo que asusta al mercado, explican desde el bróker IG.

Y no sólo al mercado, ya que el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, ha desvelado en su cuenta de Twitter que había estado en contacto este fin de semana con los primeros ejecutivos de los seis mayores bancos de Estados Unidos con el ánimo de contener las pérdidas en bolsa.

Tampoco ayudan a apaciguar los ánimos las informaciones que cuentan que Trump podría estar planteándose seriamente la posibilidad de reemplazar al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que la semana pasada elevó los tipos de interés, aunque el responsable del Tesoro también se ha encargado de desmentirlo.

Tienda de Zara – REUTERS
Inditex baja de los 70.000 millones de euros
Las acciones Inditex, dueño de cadenas como Zara o Massimo Dutti, se anotaron este lunes una caída en Bolsa del 2,2%, la quinta mayor del Ibex 35, y cerraron la sesión a 22,25 euros, su cota más baja desde enero de 2015 y con la que su valor bursátil se sitúa por debajo de los 70.000 millones de euros.

A falta de solo tres sesiones para el cierre del año en Bolsa, la compañía, que inició el ejercicio con una capitalización de 87.891, millones, se ha dejado en el parqué el 21,08% de su valor, equivalente a 18.545 millones de euros más que su actual peso en Bolsa (69.345,8 millones).

Solo en diciembre, las acciones del mayor grupo textil del mundo se han depreciado el 17,87%, lastradas principalmente por unos resultados que no convencen al mercado y las dudas que rodean al presente del sector de la distribución y su capacidad para adaptarse a las demandas del usuario y los cambios introducidos por las tecnologías.

Esta incertidumbre, que como telón de fondo tiene el retroceso del consumo, se vio acrecentada con la revisión a la baja de las previsiones de la británica Asos, que arrastró en Bolsa a comparables.

En el caso particular de Inditex, cuyas acciones marcaron en mayo de 2017 su máximo histórico en 35,886 euros, también ha pesado en su contra en las últimas sesiones un nuevo informe, en este caso de Credit Suisse, en el que los analistas advierten de que su modelo de negocio comienza a mostrar signos de agotamiento.

En los primeros nueve meses de su ejercicio fiscal (febrero a octubre), el grupo presidido por Pablo Isla ganó 2.438 millones de euros y facturó 18.437 millones, el 4,1 y el 2,6% más que un año antes. Aunque en términos absolutos el beneficio y la facturación marcaron récords, en cifras relativas (comparativa interanual), la evolución del resultado neto fue la peor para el periodo desde 2014 (cuando en nueve meses subió el 0,7%) y la facturación registró el menor aumento desde que cotiza en Bolsa y publica cuentas (2001).

No obstante, durante la presentación de las cuentas a los analistas, Isla defendió que la compañía sigue confiando en su modelo de negocio, en el que la apuesta se centra por la integración del comercio tradicional y el de internet, y continúan viendo muchas posibilidades de crecimiento global.
Source: ABC

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