El mentoring ya avanza en una vía de doble sentido

El mentoring es una poderosa herramienta para las empresas que permite acelerar el desarrollo y reforzar el potencial de sus trabajadores. Cada vez más compañías trabajan este tipo de programas donde los mentores, personas de referencia dentro de la empresa, asesoran y acompañan a los mentees, trabajadores comprometidos con la organización con un amplio potencial de desarrollo. «En los procesos de mentoring estándar se busca la transferencia de conocimientos y valores para que las nuevas generaciones tengan modelos de referencia, yo les llamo influencers culturales de la organización», cuenta a ABC María José Fonseca, directora asociada de Talengo, consultora de recursos humanos. Recientemente han puesto en marcha un programa de mentoring generacional «donde se produce un cambio de paradigma porque se busca el reconocimiento mútuo; mentor y mentee aprenden el uno del otro, es algo muy bonito y significativo», resalta la responsable. Este tipo de mentoring se está empezando a aplicar en las grandes empresas.

Un ejemplo es el programa del grupo Volkswagen, en el que están participando un total de 42 personas (21 parejas de mentoring) entre las que se busca la complementariedad. «Ha sido todo un éxito con muchísima participación y se han quedado personas en lista de espera», subraya Fonseca. En este caso se trabaja en tres ejes concretos. Por un lado, se busca ayudar en el desarrollo personal de cada participante. Por otro, mejorar la comunicación de la pareja, «ayudarles a entender que cada uno ve las cosas de forma diferente». Y en tercer lugar, se establecen puentes entre generaciones. El programa dura entre ocho y nueve meses y María José Fonseca destaca su importancia en una organización como Volkswagen porque «reconoce el talento interno, desarrolla el potencial e inspira a las personas en la organización». Le llama la atención «las ganas de la gente de aprender», lo que supone admitir «que no se sabe todo, que aunque lleves mucho en la empresa todavía tienes cosas que aprender». Sin olvidar que supone «un acto de generosidad, es algo voluntario que ayuda al desarrollo de personas que no conoces».

La práctica del mentoring bidireccional tiende puentes entre distintas generaciones

Ricardo Bachinni es el director de recursos humanos del grupo Volkswagen España Distribución. El programa de mentoring generacional se ha implementado desde su departamento y él está participando también como mentor. Ricardo, de 48 años y con más de seis en la compañía, ha liderado varios procesos de transformación dentro de la empresa como «el teletrabajo, el código de vestimenta o el diseño del espacio de trabajo. Uno de los puntos más importantes del programa es tomar distancia de nosotros mismos», explica a ABC Ricardo Bachinni. El 15% de la plantilla del grupo tiene menos de 30 años y por eso «en mi rol de gestionar el cambio cultural me ayuda a entender lo que quieren los más jóvenes. Si no adaptamos el trabajo a los jóvenes les perderemos», puntualiza. En su faceta de mentor espera aportar «la cercanía de una persona con responsabilidad dentro del grupo para que la otra persona gane confianza en su relación con el equipo directivo. Igualmente tengo una versión transversal de áreas y de marcas», analiza. De su mentee espera que le aporte «el punto de vista de una persona que tiene contacto directo con el negocio, además de su visión de la transformación cultural», matiza.

Conocer la casa
Ignacio Montero, mentee en la pareja de mentoring con Ricardo, lleva dos años trabajando en el grupo Volkswagen, como gerente de zona de ventas de la marca Skoda. Se apuntó al programa porque «me permite conocer mejor y más rápido a mi compañía y a otros empleados. Al mismo tiempo puedo ver los posibles itinerarios que tengo dentro de la empresa», comenta a ABC.

Próximo a los 38, ya había realizado anteriormente sesiones de coaching y de orientación y no tiene dudas de que «todo este tipo de herramientas son buenas». Ignacio ha trabajado anteriormente en otros sectores como el del renting y por eso cree que «al venir de fuera tengo otra visión y puedo aportar conocimientos para mejorar los procesos». Reconoce que este tipo de iniciativas requiere un tiempo y un esfuerzo «pero no distorsiona el horario laboral, lo integras en tu día a día porque es beneficioso para ti». Y lo más importante, «requiere hacerlo con un espíritu positivo».
Source: ABC

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