Objetivo: reducir la cifra de infecciones hospitalarias

Ocho de cada cien pacientes que ingresan en un hospital en nuestro país contraerán una infección en el propio centro. Es lo que se conoce como infección nosocomial, una complicación que, se podría decir, es la contrapartida de la medicina moderna.

Muchos factores contribuyen a su aparición: las personas ingresadas tienen el sistema inmunitario comprometido, se someten a exámenes y tratamientos invasivos y las prácticas de atención de los pacientes y el medio del hospital pueden facilitar la transmisión de microorganismos. A todo lo cual habría, además, que añadirle que el uso intenso de antibióticos favorece la resistencia a esos medicamentos y que se está convirtiendo en un auténtico problema.

No obstante, esta cifra apenas ha variado en los últimos 20 años, según se extrae del Estudio de prevalencia de las infecciones nosocomiales en España (Epine) (ver gráfico). «Es una “fotografía” de lo que está pasando en un momento puntual pero que sirve para tener una idea de la dimensión del problema. Esta cifra se ha mantenido relativamente constante desde 1995, de cuando datan los primeros datos disponibles en nuestro país», señala José Ramón Paño, médico adjunto del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico de Zaragoza y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).

¿Significa eso, por tanto, que no se ha avanzado nada en esta lucha?, ¿que no se puede hacer nada contra ellas? La respuesta es un no rotundo. Lo que sucede es, como explica Patricia Muñoz, jefe de Sección del Servicio de Microbiología Clínica y de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que estos datos hay que ponerlos en contexto e interpretarlos correctamente, ya que la complejidad de los pacientes ingresados actualmente en nuestros hospitales es muchísimo mayor que la de los que lo estaban en 1995.

«En la actualidad la mayor parte de las intervenciones quirúrgicas menores se hacen ambulatoriamente y sólo se ingresa a un paciente cuando realmente es imposible manejarlo fuera del hospital. La edad media de la población también se ha incrementado significativamente. Por otra parte, el gran desarrollo de la Microbiología Clínica en España hace que muchas infecciones que antes no se diagnosticaban y, por lo tanto no se registraban, ahora sí se detectan, aumentando las tasas reportadas. Por lo tanto, aunque cada una de estas complicaciones y cada una de estas muertes supone un fracaso del sistema y deben considerarse como un evento adverso evitable, en realidad nunca vamos a lograr una cifra cero y no debe considerarse un mal resultado haber sido capaces de mantenernos en una cifra estable», asegura la experta.

Source: A tu salud

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