El renting cambia de marcha y acelera

El renting vuelve a coger velocidad. Superado el frenazo y punto muerto de la crisis, esta actividad, muy ligada siempre a la evolución general de la economía, acumula cuatro años de repuntes a dobles dígitos. Las cifras hablan de una negocio que va sobre ruedas. Hace dos décadas, el parque de vehículos en renting (se suelen renovar con una media de cuatro años) apenas superaba las 50.000 unidades. Ylas nuevas matriculaciones rondaban las 23.000 unidades. El año pasado sumaron 240.000, el 18% de las matriculaciones totales, y la flota se ha multiplicado por más de 10. Ya superaba los 567.000 vehiculos en el primer trimestre de este año, muy cerca del volumen de 2008 y mirando por el retrovisor los 401.000 de 2013, el minímo del periodo de crisis. La previsión es cerrar este año por encima de 760.000.

Pero el acelerón no es solo una cuestión coyuntural. Durante los años de corrección, el sector ha sabido diversificar y flexibilizar su oferta, ampliar la cartera de clientes y responder a nuevas necesidades de movilidad que han llegado para quedarse. Y en ese contexto, pymes, autónonos y particulares se han convertido en el gran motor de crecimiento.

Mutación
«Nosotros decimos que ha habido una mutación», explica Agustín García, presidente de la
Asociación Española de Renting de Vehículos (AER).
«En 2013, el 68% de los vehículos era de grandes empresas, en torno a 272.000. En ese año, las pymes sumaban un 25% del parque, unos 100.000 vehículos, y la administraciones el 5% (20.000 unidades). Los autónomos suponían unas 8.000. Cuando acabe el año, la previsión es que la gran empresa solo represente entre el 50 y el 52% del total. Esto no quiere decir que haya bajado en términos absolutos, pero si cae su peso sobre el total porque
el gran crecimiento viene desde las pymes,
que representan ya un 37% de los vehículos (220.000 frente a los 100.000 de hace cinco años), y los aútonomos alcanzarán los 59.000, un 8% del total frente al 2% de 2013», explica el presidente de la patronal del renting.

García cree que la nueva estructura de la cartera de clientes es una buena noticia para el sector. «Da fuelle a las compañías, porque ante una crisis similar a la que hemos tenido, la actividad ya no sufrirá tanto, porque no hay tanta dependencia de las grandes empresas. Nuestro número de clientes se ha multiplicado por tres y medio desde 2013, de 40.000 a 140.000», explica.

«El renting está de moda», sentencia el presidente de AER, entre otra cosas porque responde a los cambios en la movilidad que se están produciendo a marchas forzadas. «Ahora lo que más se vende es el pago por uso, y el renting es precisamente eso, somos pioneros en este sentido. La propiedad es nuestra, pero la posesión es del cliente, que a los cuatro o cinco años devuelve el vehículo, con lo cual todo lo que lleva implícito (el deterioro, la depreciación del bien) vuelve a las compañías de renting, y el cliente coge otro vehículo», explica García.

«Ofrecer un traje a medida al cliente» ha sido clave, asegura el presidente de la AER

Una opción especialmente atractiva en un momento en el que muchas ciudades plantean ya posibles restricciones a determinadas tecnologías. «Poder cambiar de vehículo en cuatro o cinco años soluciona ese problema, y también responde a los cambios en las necesidades personales. Si la familia o el negocio crece, quizás se necesita un vehículo de otras características, y el renting facilita ese cambio», argumenta el presidente de AER.

La industria también ha tenido que aprender a cambiar de marcha para adaptarse a las necesidades de estos nuevos clientes. «El producto era bastante rígido hasta la etapa previa a la crisis. Tenía unos plazos determinados y el vehiculo no podía devolverse hasta que no lllegaba el vencimiento. Hoy día ya conviven el renting fijo, el flexible y el car sharing corporativo. A las empresas se les ofrece un mix, se hace un estudio de sus necesidades desde el punto de vista corporativo y de rotación de personal y se les da un traje a medida», explica García.

El presidente de la AER defiende la comodidad y las ventajas que el renting ofrece a las empresas. «Solo hay un interlocutor, y con un pago único tienes incorporados todos los servicios: impuestos, cambio de neumáticos, seguros… Eso te da también una tranquilidad a la hora de planificar tus ingresos y tu gastos», asegura. Y trata de desmontar el argumento de que es un producto caro. «Es un mito. Si realmente te pones a sumar todos los gastos que acarrea un automóvil al usarlo, diría que va a salir más caro. El reting resulta más económico porque somos comprodaroes al por mayor, tanto de servicios como de vehículos, y eso nos supone descuentos importantes que trasladamos a nuestros clientes», defiende García. El particular acelerón del renting no parece encontar techo, pero sí tiene un objetivo visible a medio plazo. «La idea es conseguir que las matriculaciones alcancen en cuatro años los niveles de Alemania o Francia, donde están en torno al 22% del total», concluye el presidente de la AER.
Source: ABC

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