El Gobierno aprueba unos presupuestos que prevén menor crecimiento y empleo y más impuestos y gasto

Los Presupuestos de 2019 ya enfilan la yincana que supondrá su tramitación en el Congreso de los Diputados, ya que el Gobierno aprobó ayer en Consejo de Ministros el proyecto de cuentas. Un texto que estima unos 20.000 millones de euros de aumento de la recaudación por la subida de impuestos y la coyuntura, que sustentará un gasto social y de pensiones récord a costa de la inversión, que crecerá y recoge guiños a Cataluña y a otras comunidades, pero que iba a ser mayor.

El molde sobre el que reposan las cuentas prevé un crecimiento del PIB menor al esperado hasta ahora, un 2,2% frente al 2,3% debido al mayor ajuste fiscal, según el Gobierno, ya que el déficit deberá bajar al 1,3% del PIB y no al 1,8% que quería el Gobierno. Para cubrir esta distancia el Gobierno ha aprobado el aumento de la base máxima de cotizaciones sociales y la transferencia de 850 millones del Estado a la Seguridad Social, una operación que redunda en menor inversión y mayor gasto en pensiones, explicó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La demanda nacional aportará 2,2 puntos al crecimiento y el saldo exterior tendrá una aportación negativa, de -0,1, lo que no ocurría desde hace años en otra revisión a la baja de una décima.

Según la ministra de Economía, Nadia Calviño, el rechazo del PP en el Senado a la senda de déficit que deseaba reducirá el crecimiento previsto dos décimas, ya que el Gobierno iba a elevar su estimación al 2,4% por el buen cierre del año pasado y el aumento del SMI aprobado en 2019 junto al de los sueldos
públicos y las pensiones.

Si bien Calviño defendió que las previsiones están en la línea de las del resto de organismos, estos dan por hecho que el déficit de España estará en el entorno del 2% del PIB y no el 1,3% que arroja el Ejecutivo. También empeora el Gobierno ante la menor actividad su previsión de empleo: la tasa de paro, en lugar del 13,8% augurado hace escasos meses para 2019, registrará de media un 14%.

Curiosamente, pese a que el déficit baja con fuerza, no lo hace así la deuda pública, sobre la que el Gobierno solo reduce su previsión en una décima al 95,4% del PIB en 2019, misma revisión que la de 2018, para la que cree que cerró 2018 en el 96,9% (frente al 97% que calculaba antes). Para 2019 las emisiones netas ascenderán a 35.000 millones, frente a los 34.277 de 2018.

Los ingresos vuelan en globo y la recaudación crece un 9,4% hasta los 227.356 millones de euros, es decir casi 20.000 millones más. Un alza basada en la coyuntura y las subidas de impuestos que recogen los Presupuestos a las grandes empresas en Sociedades, a las rentas mayores a 130.000 euros en el IRPF, Patrimonio y el impuestazo al diésel. Así, en Sociedades el repunte de ingresos será del 14,1%, 27.579 millones en lo que supone un alza de 3.400 millones. También crece el IRPF, un 4,9%, hasta los 86.454 millones y el IVA, un 11%, superando los 78.000.

Del lado de las bajadas, el Gobierno reduce Sociedades a las firmas con facturación inferior a un millón de euros (260 millones de impacto) y baja el IVA a productos de higiene femenina (-18 millones), servicios veterinarios (-35) y a los libros electrónicos (-24).

Este alza de los ingresos se dedica a sufragar un aumento del gasto social encabezado por el mayor desembolso en pensiones de la historia, con un alza del 6,2% hasta los 153.864 millones. Montero, señaló que los pensionistas cobrarán en febrero la paga compensatoria por el IPC del 1,7% de 2018, frente al 1,6% previsto.

Junto a ello, las becas aumentan un 10% a 1.620 millones de euros, se duplica la cobertura de libros de texto y se recupera el subsidio por desempleo para los mayores de 52 años, en lo que beneficiará a 114.000 parados y eleva el gasto total en desempleo pese a la bajada del paro. La partida de Dependencia repunta un 59% hasta los 2.232 millones de euros y también crecen las ayudas a familias para combatir la pobreza un 12%, en 321 millones. Y junto a ello las inversiones en infraestructuras engordan un 40%, con 7.572 millones totales, tratando de ganar el favor de Cataluña: esta recibirá el 18% de la inversión, ya que Montero especificó que respetará lo que señala su estatuto y los del rssto de comunicades.

En fin, todos los gastos crecen salvo el de intereses de deuda, donde el Ejecutivo prevé una reducción del 0,5% hasta los 31.449 millones. El techo de gasto no cambia frente a lo previsto: serán 125.064 millones, un 4,4% más.

Impuestazo al diésel
Respecto al alza del impuesto al diésel de 3,8 céntimos el litro que también incluyen las cuentas, entrará en vigor cuando se apruebe la ley, y si bien exime al régimen de gasóleo profesional, Montero señaló que está «estudiando las singularidades de cada sector para que no encarezca el combustible» e incorpore un sistema para sistema de información que permita discriminar.

Una tercera parte de los más de 600 millones que recaudará este alza irán destinados a impulsar la movilidad sostenible. En cuanto a la pérdida de recaudación que supondrá la tardía entrada en vigor, la ministra señaló que cuenta con los ingresos de un mes adicional en el IVA por el nuevo sistema.

Como adelantó ABC, los Presupuestos no incluirán la fijación de precios al alquiler que pedía Podemos, aunque sí el endurecimiento a socimis y sicav. Ello complica el apoyo de la formación morada mientras los independentistas recelan. Las cuentas ya aguardan una tramitación de infarto.
Source: ABC

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