El consejero díscolo de Sacyr, José Moreno Carretero, asegura que solo tiene «enhorabuenas» para el presidente del grupo, Manuel Manrique. Pero la realidad es que en poco más de 24 horas propondrá a la junta de accionistas del grupo una serie de medidas para limitar su mandato.
En vísperas de este encuentro, Moreno Carretero ha explicado por qué ve lógico la creación de un consejero delegado que «desdoble» las labores que actualmente desempeña Manrique. O que se otorgue más «transparencia» a las relaciones financieras que se produzcan entre los consejeros de la compañía. O que todos los consejeros tengan cláusula de reembolso del sueldo variable.
Además, teniendo en cuenta que la aprobación de estas políticas se antoja por el momento complicada, ha lanzado un mensaje para el futuro. «Si según los estatutos de Sacyr sólo cuentan aquellas acciones que estén registradas en Iberclear para estar en el consejo, a medida que vayan vendiendo los ‘collar’ iré aumentando el número de acciones en Iberclear», indica el constructor.
Es decir, Moreno Carretero, que actualmente posee un 12,56% de Sacyr, tiene previsto incrementar su participación en la constructora. Y advierte de que, en consecuencia, exigirá más sillones en el consejo. Un consejo que, hoy por hoy, tiene totalmente en contra.
Es precisamente este hecho el que hará perder al constructor la votación de sus propuestas en la junta del jueves. Demetrio Carceller (que posee un 18% de la empresa) José Manuel Loureda, (7,8%), el grupo Fuertes (6,2%) y el presidente Manrique (1,5%) se han opuesto a la aprobación de los cambios propuestos por el constructor.
Por ello, Moreno Carretero afronta el evento «con tranquilidad» y sin «acritud». Y vuelve a negar que pretenda desrocar a Manrique. «Se habla de guerra, pero no estamos en guerra, mi propuestas pretenden mejorar la transparencia y la gobernabilidad, son de sentido común y no tienen ninguna doblez». Solo hay, según sus palabras, «enhorabuenas».
Source: ABC