El virus no enmudece a la Scala de Milán
La música sonó hoy con más orgullo que nunca en la Scala de Milán. No ha sido fácil, pues la pandemia impidió su tradicional inauguración lírica, pero a cambio ofreció un concierto con las mayores estrellas del panorama con un objetivo claro: la cultura prevalecerá, aunque para ello haya que adaptarse. La ópera milanesa, para muchos las más importante del planeta, ha tenido que renunciar a su «Prima» por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, cuando el teatro, situado en el corazón mismo de la ciudad, quedó reducido a escombros por un bombardeo aliado en 1943. Tres años después Arturo Toscanini tomó la batutaSeguir la noticia