Nos enfrentamos a un drama humano que no tiene parangón con ninguna otra experiencia que hayamos vivido. Lo primero, como en todos los órdenes de la vida, es gestionar lo fundamental: salvar el mayor número de vidas. Ya llegará el momento de analizar cómo se actuó.
Las inevitables medidas de confinamiento y de parón económico conllevan una crisis mundial que será, lamentablemente, de una extraordinaria gravedad para España y es evidente que una recuperación sostenible tiene que centrarse en las empresas, apostando por sectores susceptibles de recuperar normalidad con rapidez y que son tractores de pymes, columna vertebral de nuestro tejido empresarial.
La respuesta es la industria española, que hoy genera el 13% del PIB y el 12% del empleo, con efecto indirecto sobre el 43% de la riqueza y el 30% del empleo, y que salió reforzada de la pasada crisis mejorando su posición competitiva tras grandes sacrificios, como demuestra el que hoy exporte el 92% de la exportación de mercancías.
Hay que actuar a corto y medio plazo, como dice la Alianza para la Competitividad de la Industria Española, mediante un programa de rápida implantación que incremente la demanda nacional y permita restablecer competitividad en los mercados internacionales. Proponen cinco ejes: relanzar inversión pública en infraestructuras, estimular la demanda del automóvil, favorecer el acceso a mercados internacionales y reducir cargas impositivas y costes energéticos.
Una vez normalizada la actividad industrial será necesario, por una vez en serio, desarrollar una estrategia de política industrial que permita incrementar su peso en el PIB y que facilite la mejora de su posición global, lo que pasa por dotar de la máxima flexibilidad a nuestra economía, apostar por la transformación digital de nuestro tejido productivo y gestionar los modelos de negocio, como un nuevo diseño de la cadena de suministro.
Sectores como el turismo (nuestro gran motor) tendrán que reestablecer su liderazgo cueste el tiempo que cueste, pero sin duda es hora de que la industria sea la punta de lanza de la recuperación.
Ahora más que nunca hay que contar con las empresas industriales y sus valores, que son un referente de soluciones haciendo lo que siempre han hecho: generar empleo estable, preservar la seguridad y la salud y ser un ejemplo de esfuerzo, eficiencia, entrega, sentido del deber, trabajo y tesón.
Source: ABC