X
    Categories: Economía

Europa dice «no» a la tiranía de los hombres pequeños

No es momento de la desunión. Ni del resurgir de odios. Ni de desviar culpas. Ni del «y tú más». BASTA YA. O todos a una, o vamos a acabar muy mal. ¿Nadie tiene memoria histórica en este país? Los estudios nos tienen que servir para algo más que para radicalizarnos en nuestras ideologías. Políticos, empresarios, sindicatos… se llenan la boca con alegatos en favor del valor a largo plazo, pero hacen el camino con gafas de cerca y retrovisores. Si resulta que las nuevas ideas para la reconstrucción a derecha e izquierda han de venir de lo que tenemos delante día sí y día también –lo de siempre y, lo peor, sin cambios en el horizonte–, entonces el final de nuestro actual momento histórico ya nos lo sabemos.

Parece que nos regodeamos viendo pasar la vida bajo la tiranía de los hombres pequeños. Desde hace años vivimos inmersos y ciegos en la era del imperio de la mediocridad. Y eso, pasa factura. De hecho, esta crisis se nos ha quedado demasiado grande para afrontarla lo antes posible, lo más rápido que se pudiera, y con medidas eficaces, lógicas y contundentes. Algo que sí estamos viendo en países de nuestro entorno. Pero nosotros a por uvas. Instalados en ese supuesto buenismo doctrinal. España es el país de Europa que más decretos y medidas económicas ha aprobado, más de 20. Francia, solo 5. Alemania, 3. Ycomo dice el economista José Carlos Díez, «sobrereacción no garantiza eficacia».

Los ciudadanos votamos mayoritariamente a PSOEy PPen la última cita electoral, y ¿qué tipo de medidas se han tomado?, ¿qué mensajes se están lanzando en contra de las libertades de los españoles? ¿Vamos a caer en la trampa de la necesidad del intervencionismo más recalcitrante, de prohibiciones que esconden oscuros propósitos, o de esa supuesta necesidad del abrazo protector de papá Estado? Vuelve el Estado, sí, pero ¿qué Estado? Estoy de acuerdo con Daniel Lacalle, en que «no hay papá Estado, es niño Estado que depende de papá contribuyentes y mamá empresas». Porque no existe el dinero público, es dinero del contribuyente. Y sin sector privado no hay sector público.

Pues bien, la única realidad es que hoy está gobernando la cuarta fuerza política de este país. Bajo una vicepresidencia que parece tener más poder que el resto del Ejecutivo y que el propio Pedro Sánchez, al que le queda muy grande el sillón presidencial. Y ese no es el mensaje que los españoles lanzamos a los políticos el pasado noviembre en las urnas.

Además, a Iglesias y a sus políticas comunistas no les quieren en Europa. Y los españoles, tampoco. Si lo hubiésemos deseado así, sería el presidente. Y eso no lo ha entendido Sánchez que, con sus concesiones a su segundo «vice», deja el país al pie de los caballos. Sobre todo, ante Europa, de donde el Ejecutivo pretende que llegue la verdadera ayuda. La «pasta».

Pues… nuestros socios de la Unión lo tienen bastante más claro: la ayuda no llegará mientras siga prevaleciendo el discurso comunista frente al más liberal que les vende telemáticamente la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño. Incluso me cuentan de muy buena tinta que en Europa, y permítanme decirlo así, han «alucinado» con el elevado nivel de intervencionismo que ha planteado el Ejecutivo español con algunas de sus decisiones. En concreto, hablan de esa medida que puso en marcha Bruselas, pero a la que una semana antes se adelantaba el tándem Sánchez-Iglesias, con el objetivo de blindar empresas estratégicas cada cual en su país. El Gobierno temía que la fuerte caída que vivían aquellos días alguna del Ibex 35 pudiera acarrear alguna operación de compra por algún inversor extranjero, que se la agenciase por arte de birlibirloque a precio de ganga. Pero, parece que, como con otros ideas lanzadas por estos dos señores en España, desde Europa han interpretado que aquí se abre la puerta al terreno pantanoso de las nacionalizaciones permanentes, y no temporales como aconseja el buen funcionamiento de toda economía de libre mercado como la que impera entre los países miembros.

Y esto, pues no cuela. Los «dineros» no van a llegar sin hombres de negro detrás. Esposados al maletín de los billetes y con manguitos y lupa para una auditoría de infarto. «Estaríamos locos si diéramos crédito sin condiciones a un Gobierno con discurso podemita en España y otro del Movimiento 5 Estrellas en Italia. Solo con escuchar sus propuestas se entienden nuestras precauciones», dicen desde Bruselas, que no lo digo yo.

No están dispuestos a mutualizar deuda pero tampoco a entregar bonos sin su control. Deducen que no hemos aprendido nada de crisis anteriores. Si no presentamos un plan creíble de reducción de deuda –y no solo gasto–, la alternativa es un rescate del MEDE y vigilancia máxima por la alargada sombra de comunistas y separatistas. Así que mejor tomar nosotros mismos las medidas que tener que negociarlas, eso sí bajo un pacto nacional.

Por tanto, urge definir este país, los poderes públicos, las políticas, las empresas, los empresarios… si no será el no elegido por mayoría de los españoles quien lo haga. En España, hoy nadie está en su sitio, nada en su lugar. Se empieza manoseando las instituciones y se termina usurpando las funciones del de al lado. Son las personas las que tienen necesidad de los cargos. Y debería ser al revés: honrar los puestos. Hasta las liebres se atreven con el león muerto y se codean telefónicamente con lo más granado de nuestra grey empresarial. Aún no me rindo. Mañana reunión Sánchez-Casado. Espero que hayan tomado nota del ejemplo que dieron Martínez Almeida y Maestre. Porque así, sí.
Source: ABC

Одобрено Администрацией- OK :