La calificación triple A de Suiza está ahora en riesgo

La crisis de Credit Suisse puede salir muy para para Suiza como sede financiera. La agencia de calificación europea Scope ve en riesgo la excelente calificación triple A (AAA) de la que goza hasta ahora el país, sino por los efectos del colapso bancario. Scope reconoce las muchas fortalezas del país, como la economía próspera y competitiva, la baja deuda nacional y el excelente acceso a los mercados de capital. «Sin embargo, el enorme sector bancario podría convertirse en un riesgo para la calificación de Suiza en caso de una grave crisis financiera con efectos significativos en las finanzas públicas y la economía real «, advierte el analista de Scope, Julian Zimmermann. La máxima calificación AAA indica a los inversores que existe un riesgo de incumplimiento extremadamente bajo, razón por la cual estados como Suiza y Alemania pueden obtener préstamos a un precio comparativamente bajo. Según Scope, los activos totales del sistema bancario suizo ascendían a CHF 3,5 billones a fines de 2022, o alrededor del 448% del PIB. «La fusión conduce así a una mayor concentración de riesgos de incumplimiento para Suiza», añade en su análisis de alcance. El rescate de Credit Suisse ha revelado un fracaso colectivo, muy particularmente centrado en las autoridades supervisoras. En un proceso complejo, cada año identifican los bancos más con más riesgo del mundo. Credit Suisse ocupó en la última evaluación el puesto 23 de 30.Como resultado de la valoración fallida, los contribuyentes tendrán que asumir la responsabilidad de un banco que ha quebrado. Hace solo unos días, representantes del sector financiero europeo miraban con aire de suficiencia en dirección a California . El Silicon Valley Bank (SVB), especializado en fundadores, colapsó allí inesperadamente y desde Europa se descartaba que algo así pudiese suceder en el viejo continente. Después de todo, se decía, SVB no solo perseguía un modelo de negocio muy especial y estaba menos preparado para un posible desequilibrio. Las autoridades de EE. UU. habían flexibilizado algunos requisitos reglamentarios, mientras que en Europa, en cambio, los funcionarios se habían mantenido firmes. Apenas una semana después, el panorama ha cambiado drásticamente. Credit Suisse, uno de los bancos más importantes del mundo, se ha refugiado en una fusión forzada orquestada por el Estado con su eterno rival UBS . La socorrista tiene debidamente asegurada su misión involuntaria y el gobierno de Berna garantiza nueve mil millones de francos las posibles pérdidas. Pero aún así, muchos analistas dudan que la operación esté libre de riesgos. El CEO del Instituto Alemán de Investigación Económica, Marcel Fratscher, sospecha que una situación aún más graves detrás de la intervención. «Me sorprende lo rápido y masivo que los bancos centrales de Estados Unidos y de suiza se han apresurado a ayudar a Silicon Valley Bank y a Credit Suisse, me hace temer que la situación sera mucho más grave de lo que vemos en este momento», ha reconocido en declaraciones a Die Welt. Subraya, desde ese punto de vista, que «lo que falta es un mecanismo que asegure que los bancos que han sido rescatados devuelvan este dinero cuando vuelvan los buenos tiempos… Se trata de establecer incentivos económicamente inteligentes para que la gerencia de un banco no asuma riesgos que puedan terminar costando dinero a los contribuyentes. Los salarios en la industria bancaria van más allá del bien y del mal. Estamos hablando de empleados que obtienen grandes bonificaciones cuando las cosas van bien, pero que reciben un generoso salario fijo cuando las cosas van mal». Noticia Relacionada estandar No La nueva crisis que sacude a los bancos: ¿hay riesgo de quiebras en España? ¿Están seguros mis ahorros? Daniel Caballero La venta de Credit Suisse a UBS tiene impacto global al implicar a dos entidades de las llamadas de importancia sistémica mundial El BCE no entra en este discurso y se limita a repetir una y otra vez que el sistema financiero europeo es «robusto», como hizo ayer en Basilea su presidenta, Christine Lagarde, que se esforzó además en separar del foco la crisis bancaria poniendo fecha a la decisión sobre el euro digital: el próximo mes de octubre. El jefe del departamento de supervisión bancaria del BCE, Andrea Enria, insistió también en que «el sector europeo cerró el pasado ejercicio con sólidas cifras de capital. «El capital y la liquidez de los bancos se mantuvieron sólidos y estaba muy por encima de los requisitos mínimos«, dijo ante el Comité Económico y Monetario (ECON) de la Parlamento de la UE en Bruselas. Según Enria, a final de año 2022 la ratio de capital Common Equity Tier 1 (CET 1) de las entidades 15,3%. Todavía estaba en 14,7 a finales del tercer trimestre de 2022. Pero aun así aprovechó la ocasión para instar a los bancos a estar atentos a su riesgo crediticio. »El primer grupo de los retos es cíclico«, explicó en su informe anual: «el riesgo crediticio podría aumentar, los préstamos a empresas con negocios altamente dependientes de la energía trepar y se requiere una mayor vigilancia sobre el deterioro de la calidad crediticia.
Source: abc economia

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