La inflación y la sequía alimentan un otoño caliente en el campo

A la vuelta de vacaciones, el Gobierno deberá de mirar al campo. El presidente de la mayoritaria Asaja (Asociación Agraria – Jóvenes Agricultores) Pedro Barato ha anunciado este viernes que propondrá a la junta directiva de esta organización el inicio de una nueva fase de movilizaciones durante el próximo otoño. Esto supone la intensificación de las manifestaciones (‘tractoradas’) que han tenido lugar durante el mes pasado en Valladolid, Mérida, Granada, Córdoba y Jaén. Las razones se acumulan sobre la mesa de agricultores y ganaderos: una inflación de dos dígitos que impacta en los precios de los piensos y fertilizantes (los primeros se han encarecido un 36,60% más en abril de este año respecto al mismo mes de 2021 por un 104,53% de alza de los segundos en el mismo tiempo, según el Índice de precios pagados por los agricultor); así como una crisis energética que eleva el valor del combustible y la electricidad a cotas históricas, la sequía que ya merma varias producciones, un endurecimiento del crédito por la subida de los tipos de interés y una probable subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) barajada recientemente por el presidente del Gobierno. En concreto, desde Asaja, han sostenido que «las perspectivas para la siguiente campaña son de todo punto pesimistas» y avisado que, por la falta de lluvias, se van a «resentir» los resultados económicos de las explotaciones. También han criticado la gestión de los fondos europeos y que la Ley de la Cadena Alimentaria no está dando los resultados esperados. «Parece ser que este Gobierno olvida la labor esencial que el sector primario desempeña», han concluido desde esta organización agraria. Problemas en la avicultura   Al anuncio de Barato se le ha añadido esta semana que las aguas también bajan revueltas en la avicultura. UPA contempla seriamente convocar actos de protesta para septiembre frente a las integradoras (las que compran los pollos criados en las granjas) y la patronal avícola, para que trasladen al productor el incremento de precios que ya está sufriendo el consumidor. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), hasta junio, la carne de ave ha acumulado un alza del 10,5% en lo que llevamos de año por un 14,1% desde junio de 2021. En este sentido, desde UPA, han recordado que más del 80% de los pollos sacrificados en España lo son por 10 empresas integradoras. Esta organización agraria ha lamentado el fuerte incremento de los precios de la electricidad y del gas propano, cuya sombra se cierne sobre el próximo otoño e invierno y exigido que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria . Noticia Relacionada reportaje Si El curioso caso del huevo: la razón por la que se dispara de precio más que otros alimentos Carlos Manso Chicote En los últimos 12 meses, su coste de venta final ha subido un 23,9% y, solo desde mayo, el encarecimiento ha sido del 18,8%, según datos del INE A su juicio, los granjeros no reciben una remuneración justa por su producto. Es decir, que al menos cubra los costes de producción. «Le hemos pedido a las distribuidoras, que compran el 70% del pollo que se aseguran que este producto de primera necesidad cumple con la Ley de la Cadena», ha apuntado a ABC el responsable de avicultura de UPA Ramón Santalla.
Source: abc economia

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