Repsol se afianza en Portugal con la inversión de 657 millones de euros

Repsol ha firmado un acuerdo con el Gobierno portugués que implica la inversión de 657 millones de euros para la ampliación del puerto de Sines, el más importante de Portugal porque mueve el 49% del tráfico marítimo. Se trata, por tanto, de una obra ambiciosa, tal cual ha refrendado el presidente de la compañía española, Antonio Brufau, acompañado por el consejero delegado de la misma, Josu Jon Imaz. Por parte lusa, han estampado su rúbrica el primer ministro, Antonio Costa, y el ministro de Estado, Economía y Transición Digital, Pedro Siza Vieira.

En vista de la dimensión de esta estrategia expansiva, que se plasma a 88 kilómetros de Lisboa, el Ejecutivo socialista del país vecino no ha dudado en calificar el proyecto «de potencial interés nacional» ya que se considera que contribuye a una aportación significativa a la economía portuguesa. Una etiqueta que no tiene únicamente carácter formal, sino que lleva aparejada la concesión de incentivos fiscales que totalizan 63 millones de euros.

Todo con el fin de apuntalar una operación que será muy beneficiosa para ambas partes. Se consolida, de esta forma, la que ya se estima como la mayor inversión industrial de los últimos 10 años en Portugal, según han confirmado fuentes gubernamentales.

¿Y en qué consiste este plan? Pues en la construcción de dos plantas añadidas de materiales poliméricos, completamente reciclables y que tienen como destino tres sectores industriales: el alimentario, el farmacéutico y el automotriz.

La importancia para Repsol pasa por apoyarse en estos trabajos con el objetivo de diversificar la cartera industrial que acumula la empresa, siempre con una decidida apuesta por el desarrollo sostenible en el seno de la actividad económica, lo cual refuerza sus números en el contexto europeo.

En palabras de Antonio Brufau, «la industria y la tecnología son dos palancas esenciales para la competitividad y la economía de un país». El presidente de la emblemática firma declara de manera complementaria: «La iniciativa privada y las políticas públicas deben combinarse de la mejor forma posible para afrontar una transición energética exitosa, que permita generar actividad económica y, al mismo tiempo, reducir las emisiones».

Brufau recordó «la importancia de esta inversión estratégica, tanto para Repsol como para Portugal, que se suma a otras realizadas por la compañía en el país, como la propia adquisición del complejo industrial de Sines −la mayor instalación petroquímica de Portugal−, en 2004 y, también ese mismo año, de una importante red de estaciones de servicio».

Tanto el presidente de la compañía como el consejero delegado certificaron que «Repsol ha sido uno de los mayores inversores en Portugal en los últimos años, lo que ha permitido consolidar su posición en un país donde emplea directamente a 1.300 personas, cuenta con 150.000 clientes diarios y una cuota de mercado que, en algunos negocios, supera el 20%».

A su vez, varios portavoces del gigantesco conglomerado especifican que «se construirá una planta de polietileno lineal (PEL) y otra de polipropileno (PP), con una capacidad de 300.000 toneladas anuales cada una». «Las tecnologías de ambas plantas, que garantizan la máxima eficiencia energética, son líderes en el mercado y las primeras de su tipo que se instalarán en la Península Ibérica», amplían.

Además, no puede olvidarse que «los nuevos materiales producidos serán 100% reciclables, al igual que el resto de las poliolefinas de Repsol, y podrán utilizarse para aplicaciones de elevada especialización, alineadas con la transición energética».

Si todo marcha de acuerdo con las previsiones trazadas, las instalaciones estarán operativas en 2025 y consolidarán al Complejo Industrial de Sines como «uno de los más avanzados de Europa por su flexibilidad, elevado grado de integración y competitividad», según la descripción expresada por la propia Repsol.

Durante la fase de construcción, se habla de la generación de una media de 550 empleos, con un máximo de más de 1.000 personas. Una vez en marcha, el aumento neto de personal será de unos 75 puestos directos y unos 300 indirectos. «Todos ellos de personal altamente cualificado, demostrando una vez más el compromiso de Repsol por la atracción y retención del talento allí donde está presente, así como la generación de empleo de alta calidad», indican las mismas fuentes.

Con la intención de cerrar aún más el círculo de la excelencia que se ha propuesto la compañía bandera, Josu Jon Imaz interviene para explicar: «El Complejo Industrial de Sines se va a convertir en un referente europeo y los materiales avanzados que producirá tendrán un papel importante en la descarbonización de la sociedad».

Como consecuencia, «se optimizará la conexión con el mercado europeo y se reducirá la huella de carbono del transporte de los productos». Unas circunstancias que se traducirán en que «esta inversión en el Complejo Industrial de Sines aumentará las sinergias del área industrial de la compañía, que ya funciona con un elevado grado de integración logística y comercial».
Source: ABC

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