Ese informe, titulado ‘Importaciones para el consumo de productos de acero en EE.UU.’ ha sido elaborado por la división económica del censo estadounidense, y en él se afirma claramente que «el mayor aumento [de importaciones] con otros países se produjo con Canadá. Las disminuciones se produjeron principalmente con Brasil, Australia y España».
No hay otro país europeo tan afectado como España, que ha pasado de competir en exportaciones de acero a EE.UU. con Países Bajos, Austria e Italia a quedar por debajo de ellos. Es más, mientras España ha visto desplomarse sus exportaciones de acero a más de la mitad, estas suben en otros países europeos como Francia, Alemania, Italia y Suecia. Según datos de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) España acumula varios años de descenso en las exportaciones de acero a EE.UU., que se ven superadas por las ventas a otros destinos como Francia, Portugal o Italia.
La ministra española de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, mantuvo la semana pasada una serie de reuniones bilaterales en Washington, en las que según dijo se trató también el problema de los aranceles impuestos en su día por Trump. Estuvo también de visita la semana pasada el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que no paró en Washington ni fue recibido en la Casa Blanca. Sánchez dijo que su visita era de índole comercial y empresarial, pero no entró en el grave problema que para la siderurgia española es esta carga arancelaria.
Según los datos de ese informe del censo, entre enero y mayo de 2020, España vendió a EE.UU. bienes equivalentes a 152.487 toneladas métricas de acero por un valor de 116 millones de dólares. Entre enero y mayo de 2021, ese peso descendió a 74.657 toneladas métricas, por un valor de apenas 74’6 millones. Las pérdidas principales son las de acero no aleado, que cae de 134.135 toneladas métricas a 57.761, por un valor de 78 millones de dólares, a apenas 42 millones.
Ya en 2018 Unesid y la patronal de aluminio (InfoAEA) advirtieron de que estaban en juego hasta 400 millones de euros de exportaciones de estos materiales si Trump imponía aranceles a los dos productos.
Mucha es la presión de Europa sobre Biden para que levante esos aranceles. El mismo presidente de EE.UU. insinuó el mes pasado en una visita a Reino Unido que podría alterar los aranceles al acero y aluminio europeos a futuro, pero no de forma inmediata.
Tras alcanzar recientemente un acuerdo para suspender por cinco años los aranceles relacionados con la disputa comercial causada por las ayudas a Airbus y Boeing, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que su prioridad es encontrar una solución para los aranceles relacionados con el acero y el aluminio. La canciller alemana, Angela Merkel, también pidió a Biden que los levante durante una visita a Washington —la única de un mandatario europeo— hace dos semanas.
Source: ABC