Theodoraskis Morales Flores | @theodoraskis
Al parecer el matrimonio feliz entre el receptor Gary Sánchez y los Yanquis de Nueva York está tambaleando. Mucho se ha hablado del poder del careta dominicano, pero en esta temporada tan irregular y corta las costuras se le han visto a ambas partes.
El Kraken, como es conocido el oriundo de Santo Domingo, bateó para .147 en 49 juegos en los que participó; despachó 10 cuadrangulares, impulsó 24 carreras y anotó 19. Una mala temporada ofensiva le pasa a cualquier jugador. El problema es cuando tu producción y tu defensa andan mal a la vez.
Eso le ocurrió a Sánchez en 2020. Él no es conocido por ser el mejor detrás del plato, pero esta campaña sus fallas defensivas pusieron en aprietos varias veces a los ‘Mulos del Bronx’.
Según diarios de Estados Unidos, el gerente general Brian Cashman ha apoyado mucho a Sánchez durante sus luchas defensivas y le ha recordado a los fanáticos que es el receptor habitual. ¿Pero a qué precio? Sánchez ganó 5 millones de dólares prorrateados este año y le quedan dos años de arbitraje. Si recibe un pequeño golpe en el arbitraje, ¿vale la pena un bateador de .147 con fallas defensivas graves? Con base en esta temporada, el valor de intercambio de Sánchez se ha desplomado, por lo que encaja en la clásica situación de «eso se vendería bajo».
Los analistas dejan ver que la mejor opción para los Yanquis es salir de Gary y buscar vía cambio o por la agencia libre un mejor defensor del plato. Sin embargo aclaran que JT Realmuto, el mejor cátcher que hay en estos momentos en Grandes Ligas, está fuera del alcance del equipo de la Gran Manzana por su alto costo despúes de haber firmado a Gerrit Cole por 324 millones de dólares.
Una temporada baja bastante movida va a tener el equipo que dirige Aaron Boone. ¿Se va o se queda?
Source: Meridiano