Antes del almuerzo entre ambos dirigentes, el holandés ha puesto su postura sobre la mesa al instar al jefe del Ejecutivo de nuestro país a «buscar una solución» a nivel nacional para la crisis del Covid, según recoge Efe
. Un jarro de agua fría para las intenciones del Gobierno, al que le urge más que a otros territorios la aprobación temprana de este fondo de 750.000 millones (500.000 millones en transferencias directas y 250.000 millones en préstamos). La condicionalidad de las ayudas y la capacidad de veto de cualquier país en el Consejo Europeo son los caballos de batalla en la negociación. Un punto, este último, que nuestro país no estaría dispuesto a aceptar. Sí en el supuesto de las condiciones de acceso, pero en ningún caso como ocurrió en la anterior crisis con los rescates a países como Grecia con la consiguiente intervención de otra «troika».
Acto seguido, Rutte se ha referido a la posibilidad de alcanzar un acuerdo respecto al plan europeo. Se ha limitado a señalar que «esto es política, nunca es fácil», lo que evidencia que en el Consejo Europeo de finales de semana las posturas entre el norte y el sur volverán a chocar. Holanda, así, forma parte del grupo de países «frugales» (Holanda, Suecia, Dinamarca y Austria) que se muestran más reacios al apoyo financiero sin condiciones. Sus reclamaciones pasan por un proyecto de recuperación europeo no tanto de transferencias a fondo pérdido sino de préstamos a devolver y con la necesidad de exigir reformas a nivel nacional. Y siempre con un control férreo desde las instancias comunitarias, es decir, que los Estados miembros tengan capacidad de intervención en las ayudas a cada país.
En la jornada de mañana, Sánchez se verá las caras con Angela Merkel -sabedor de su influencia sobre los países del norte- y el miércoles hará lo propio con Stefan Löfven, primer ministro de Suecia, para continuar su pequeña gira comunitaria en busca de más apoyos y para relajar las tensiones de las exigencias de los países «frugales».
Source: ABC