Calviño, la culpa es de tu jefe

Casi como un «déjà vu», pero sin el casi. De nuevo España se queda a las puertas de lograr uno de los puestos más prestigiosos entre las instituciones europeas. La presidencia del Eurogrupo. Partía como favorita, pero a Nadia Calviño le pasó factura la fragilidad con la que Europa percibe al Gobierno español. Era su punto flaco, y ha sido determinante. La votación definitiva, en segunda ronda, quedó 11 para el nuevo presidente del Eurogrupo, el ministro de finanzas irlandés, Paschal Donohoe, y 8 para su homóloga española, a pesar de que ella contaba con tres de los votos más importantes: Alemania, Francia e Italia, las grandes potencias de la eurozona. Contaba prácticamente con el 80% del PIB europeo.

Pues… la culpa la tiene tu jefe, ministra. Sí, un tal Pedro Sánchez. No puede ser más torpe y engreído (¿eso es insultar? bueno como debemos naturalizarlo, ¿verdad Iglesias?, pues nada queda dicho sea o no lo sea), en un momento clave en el que el país necesita tener voz, voto y presencia máxima en Europa, decide desenmascararse a sí mismo y suelta a un periódico italiano que jamás ha pensado en pactar con el primer partido de la oposición, el PP. A nadie más que al del «no es no» de siempre, y nada más que a él, se le ocurre a un día vista de las votaciones alardear de que ni ha pensado nunca en pactar con el primer partido de la oposición, el PP, ni lo iba a hacer. ¡Cuando en Europa es lo que esperan!

Lo dicho, muy inteligente por su parte, cuando sabe a ciencia cierta que nuestros socios europeos no se fían ni de él ni mucho menos de los miembros de Podemos sentados en su Gobierno. Toca apretarse los machos, y cuanto antes empezar con la política de recorte de gasto público, y este Ejecutivo social-comunista no va por ahí.Y lo que es peor, lo va diciendo con alegría. La única con opciones de trato ágil y respetuoso con el resto de los europeos era Calviño, y su propio jefe le ha cortado las alas. A ella, y a España, que es lo peor.

La decisión final da la clave de lo que buscan en Europa. Y para ese objetivo necesitan un líder conservador, liberal, y con visos de austeridad sentado al frente del órgano que agrupa a los ministros de Finanzas del euro, prioridad para la toma de decisiones de política económica. Y el ministro irlandés lo es. Porque además ya lo ha demostrado. En Europa se alaba su rigor fiscal y se recuerda que Irlanda fue uno de los países rescatados en la anterior crisis, de la que ha sabido salir con dicho rigor presupuestario y mantenerse. Y ahora, es exactamente lo que toca.

Se repite el pan nuestro de cada día. El pez chico se comió al grande, y la culpa es del que no se entera que está gobernando un gran país, que pertenece a una gran alianza de países, y no la comunidad de vecinos de su casa. Calviño, España, las gracias al dichoso presidente que nos ha tocado en desgracia.
Source: ABC

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