Espacio patrocinado
Retos y oportunidades. Esta situación supone retos muy importantes para las sociedades, pues las personas mayores son menos productivas (se estima que el momento vital de mayor productividad se sitúa entre los 35 y los 40 años y, a partir de ahí, no cesa de deteriorarse). Asimismo, las personas mayores requieren de cuidados en la última etapa de su vida, en la que difícilmente pueden trabajar. Pero, junto con los desafíos, este fenómeno presenta importantes oportunidades para los inversores que las sepan aprovechar.
En ese sentido, uno de los sectores que más va a beneficiarse de esta tendencia es el de la salud, pues las personas mayores son las que más medicinas y cuidados médicos requieren. De hecho, cálculos del Gobierno estadounidense estiman que el gasto en salud se duplica a partir de los 65 años.
El consumo, otro ganador. Pero esta temática va mucho más allá del sector sanitario y podría representar una oportunidad de crecimiento de varias décadas para los inversores. Por ejemplo, el consumo va a ser otra de las grandes beneficiadas. Sobre esto, hay predicciones que auguran que, para 2030, dos tercios del crecimiento del consumo realizado por personas de más de 60 años de países desarrollados se destinarán a múltiples industrias dedicadas a vivir bien, desde la belleza hasta los viajes y el entretenimiento.
La gestión de activos, al alza. Asimismo, la gestión de activos puede ser otra área interesante a tenor del estado de las pensiones públicas, que hace que la responsabilidad de ahorrar para una vejez cada vez más larga recaiga de manera creciente sobre los individuos.
Sobre esto, AXA IM ofrece un dato interesante: el 52% de la riqueza mundial está en manos de mayores de 50 años, pero solo el 26% de los jubilados en todo el mundo ha utilizado alguna vez los servicios de un asesor financiero profesional.
Source: ABC