Que el «unicornio español» prosigue en su línea de incumplimientos sistemáticos de la normativa está acreditado con un simple repaso de los datos de inspecciones de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, con incrementos anuales al 200% en las denuncias a este tipo de vehículos, recuerdan desde la Asociación Gremial de Madrid, miembro de Fedetaxi.
En este contexto, «no entendemos que haya taxistas operando con Cabify en estas condiciones», se lamenta el presidente Leal. «Máxime cuando hemos tendido la mano en diferentes ocasiones a la plataforma para iniciar un diálogo constructivo que evite la infracción de la regulación en materia de arrendamiento de vehículo con conductor», que debe iniciarse por el auto control e instauración de prácticas disciplinarias de Cabify para con los conductores de sus flotas que infringen la regulación.
Para Fedetaxi la actuación de estos compañeros taxistas resulta cortoplacista y perjudicial para los intereses del colectivo al que pertenecen, mermando a la larga su posición en el mercado y la imagen sectorial.
Además, la organización mayoritaria considera que la situación de Cabify al no limitarse a la mera intermediación sino haberse constituido en empresa de transportes, debilita las garantías necesarias en la prestación de un servicio público de interés general y modifica por la vía indirecta el marco de prestación de los servicios de taxi a la ciudadanía, con carácter universal y sin factores comerciales que distorsionen la condición pública del servicio.
Source: ABC