El contrato permite además a ACS cumplir ya con la nueva ley de Auditoría, que obliga a las compañías a rotar de auditor de cuentas cada 10 años como máximo para garantizar su independencia. De hecho, después de que Banco Sabadell adjudicase su auditoría también a KPMG a finales del pasado año, la constructora era una de las pocas compañías del Ibex que aún no había rotado en décadas de auditor, junto con Grifols y Dia, que han optado por la coauditoría.
El hecho de ser el último gran contrato de auditoría del Ibex en juego hizo que el concurso despertase un fuerte apetito entre KPMG, Pwc y EY, las llamadas «Big Four» junto a Deloitte. Y es que la constructora abonó en honorarios a sus auditores durante 2017 13,164 millones de euros.
Source: ABC