El viraje del BCE hunde a la banca en Bolsa

El Banco Central Europeo (BCE) atisba ya una brusca desaceleración económica de la Eurozona y para tratar de compensarla ha decidido hacer un parón en su camino hacia la normalización de la política monetaria. La decisión unánime del consejo de gobierno del organismo de retrasar aún más la subida de los tipos de interés, en el 0% desde hace tres años, y de inyectar más liquidez barata al sistema financiero da idea del pesimismo sobre la evolución económica y, como efecto secundario, complica todavía más la recuperación de la rentabilidad de las entidades financieras. Por eso el valor de las acciones en Bolsa de los bancos europeos se han despeñado tras escuchar el anuncio de Mario Draghi.

Los dos grandes bancos de Alemania, país cuya economía se ha frenado de golpe y explica parte de la desaceleración económica de la zona euro, Deutsche Bank y Commerzbank, han cerrado la jornada perdiendo un 5,13% y un 4,9% respectivamente. En Italia, cuya economía ha entrado directamente en recesión, sus principales entidades financieras —Unicredit, Intesa Sanpaolo— han caído un 3,05% y un 2,22%. La tónica es la misma entre la banca francesa: las acciones del gigante BNP Paribas han caído un 3,38% y las de Crédit Agricole un 3,16%. En España el desplome es también generalizado. El Sabadell
ha sido el más castigado con una caída del 7,25%, por delante de Bankia (5,33%), Caixabank(3,86%), el Santander (3,51%), Bankinter(3,05%), BBVA (2,85%), Unicaja (1,98%) y Liberbank (1,06%).

El mantenimiento de los tipos de interés en el 0% y de la facilidad de depósitos en el -0,4%, de forma que a las entidades les cuesta dienro guardar su liquidez en el banco central, es una política monetaria que resulta nefasta para la cuenta de resultados de los bancos, especialmente para aquellos dedicados al negocio minorista. Con los tipos en ese nivel, las entidades financieras obtienen un margen reducido por la concesión del crédito, y en especial de las hipotecas a tipos de interés vinculadas al Euribor.

Eso se ha reflejado de una manera muy cristalina en la cuenta de resultados de los bancos españoles delos últimos años, donde el margen de intereses —diferencia entre los que cobran por dar crédito y lo que pagan por los depósitos— de las entidades ha venido vayendo o apenas ha credido ejercicio tras ejercicio. De hecho, las entidades confiaban en que este año el BCE subiese los tipos y eso permitiese mejorar sus margenes de negocio. Ahora, tendrán que esperar al menos medio año más de los previsto.
Source: ABC

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