Volvo limitará la velocidad de sus coches a 180 km/h

Mientras los eurodiputados negocian acerca una serie de medidas de seguridad para vehículos y personas, el fabricante sueco Volvo Cars –de propiedad de la china Geely– se adelanta a Bruselas y anuncia que limitará la velocidad máxima de todos su vehículos nuevos a 180 km/h a partir del próximo año. La ‘Visión 2020’ del fabricante sueco que apunta a que nadie muera o resulte o herido gravemente en un Volvo nuevo, se alinea a las pretensiones del Ejecutivo comunitario de hacer del control de velocidad inteligente un sistema obligatorio en los coches europeos a partir de 2022.

Con esta medida pionera, Volvo quiere reducir los efectos que la velocidad tiene en la siniestralidad y concienciar a los conductores para que muestren un comportamiento diferente en relación con la velocidad. El presidente de la compañía, Håkan Samuelsson, ha defendido esta medida argumentando que «aunque no resolverá todos los problemas, habrá merecido la pena simplemente si sirve para salvar una vida». El fabricante sueco trabaja en otras posibilidades como la limitación selectiva y automática de la velocidad cuando circulen por áreas escolares u hospitales; tecnología conocida como ‘geofencing’

«Queremos iniciar un debate acerca de si los fabricantes de vehículos tienen el derecho e incluso la obligación de instalar tecnología en los coches que cambie el comportamiento de sus conductores, para abordar el exceso de velocidad, la intoxicación por consumo de alcohol y drogas, o la distracción», ha señalado Samuelsson. Volvo siempre ha sido un fabricante de coches seguros por excelencia y con esta medida se reafirma en su identidad corporativa tradicional. El cambio se implementará globalmente a partir del segundo trimestre del próximo año en los vehículos planeados para el año 2021.

Lo cierto es que, aparte de los híbridos de altas prestaciones de Volvo –los Polestar Engineered–, Volvo no tiene modelos que ofrezcan una velocidad máxima que supere los 250 km/h. Desde Volvo confiesan que limitar la velocidad máxima de sus vehículos no es la cura definitiva ante los peligros que entraña la conducción, pero sí un importante avance para frenar la mortalidad por exceso de velocidad.
Source: ABC

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