En Goiás también ha pensado instalarse Edic, con subsidiarias en EE.UU, Alemania y Brasil, y que fabrica pistolas, ametralladoras y fusiles: «La inversión prevista es de 100 a 130 millones de dólares», ha dicho Paulo Humberto Barbosa, representante en Brasil de la compañía emiratí. Según Barbosa, «la tendencia es que aumente la demanda de armas en Brasil: Bolsonaro es un defensor del derecho de las personas de bien de tener armas».
Con sede en Abu Dabi, Edic planea fabricar en Brasil pistolas 380, para uso civil y de fuerzas de seguridad, no sólo para el mercado nacional, sino también para atender a países vecinos. El excapitán Bolsonaro quiere facilitar el acceso de civiles a armas de fuego para «garantizar su propia defensa», comentó durante la campaña. Bolsonaro intentará simplificar el acceso civil a las armas de fuego evadiendo la burocracia de la Policía Federal y entregando la autorización para porte de armas al Ejército, que ya concede certificados a personas en la categoría de tiradores deportivos, cazadores o coleccionistas. La cantidad de certificados no hacen más que aumentar: desde enero, el Ejército ya ha expedido 32.000 certificados.
Source: ABC