¿Cómo sé qué perfil de riesgo tengo?

Determinar el perfil de riesgo es el punto de partida por el que cualquier ahorrador debería iniciar un proceso de inversión. Así, podremos saber si un producto determinado es bueno para nosotros o no y evitarnos sustos indeseados. Pero, ¿qué es el perfil de riesgo? Según la CNMV, éste «se define por la relación que existe entre los riesgos que se está dispuesto a asumir y los rendimientos que se espera obtener». De esta manera, se suele clasificar a los inversores en tres tipos: conservador, moderado o agresivo. El más conservador será aquel que no esté dispuesto a asumir ningún tipo de pérdidas en su cartera, aun a riesgo de obtener magras rentabilidades; y el más agresivo será el que asuma ciertos riesgos con tal de obtener un plus de rendimiento.

Espacio patrocinadoPero, ¿cómo determino mi perfil de riesgo? Lo primero que cabe decir es que no se trata de un proceso sencillo, ya que la percepción sobre nuestra capacidad de asumir riesgos como inversores es subjetiva. Uno puede pensar que está capacitado para invertir en un activo de riesgo (en busca de mayores rendimientos) pero darse cuenta de que no puede dormir por las noches debido al miedo a poder perder gran parte de lo invertido. Sin embargo, siempre se pueden analizar varios factores para tratar de determinar con antelación nuestro perfil.

Uno de ellos es el horizonte temporal de nuestra inversión, un asunto crucial que suele relacionarse a menudo con los años que le quedan al inversor para acceder a la jubilación. En ese sentido, se suele recomendar a los inversores con un horizonte temporal largo que asignen una gran parte de su cartera a activos de mayor riesgo, como la renta variable, con el objetivo de poder obtener mayores rentabilidades y batir a la inflación. Esto es así porque la renta variable ha demostrado ser el activo que mayores rentabilidades arroja si se tienen en cuenta horizontes temporales muy largos, en los que los periodos de corrección quedan compensados por las fases alcistas. Por el contrario, se suele aconsejar a los inversores que vayan a necesitar su capital en menos tiempo que inviertan en activos de menor riesgo como la renta fija.

Otro asunto que hay que valorar a la hora de determinar el perfil de riesgo es si puedo necesitar el dinero que tengo reservado para invertir o si cuento con otras reservas para imprevistos. Lógicamente, si no cuento con ahorros para hacer frente a situaciones sobrevenidas, no podré asumir mucho riesgo hasta tener cubierta dicha necesidad.

Asimismo, la experiencia es un grado. Los inversores con experiencia en invertir en fondos o en los mercados de acciones tienen mayor capacidad para asumir la volatilidad que el resto. Saben a lo que se enfrentan y, por lo tanto, suelen tener un perfil de riesgo mayor.
Source: ABC

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