El curso 2018/2019 va a estar plagado de novedades sanitarias si un adelanto electoral no termina de impedirlo. ¿Cuáles? Además de las ya anunciadas por el Ministerio de Carmen Montón, no sería descabellado pensar en otras que actúen como cortinas de humo para difuminar determinadas actuaciones políticas o cesiones a los nacionalistas, de manera similar a lo sucedido este verano con la exhumación de Franco y la adulteración de la Ley de Estabilidad para ningunear al Senado. Las posibilidades de las que puede echar mano el Gobierno son múltiples. De hecho, ya existe un amplio catálogo de antecedentes de apelación a la Salud Pública para edulcorar convenientemente con ella el debate político y dar alimento a los hambrientos tertulianos. La regulación de la eutanasia será uno de los puntos candentes, y no sería descartable tampoco que se produjera alguna vuelta de tuerca con el tabaco o el alcohol, retomando la senda que inició Elena Salgado con la Ley del Vino, también conocida como ley de la mala uva. El arsenal mediático-sanitario a disposición de Sánchez puede aderezarse asimismo este curso con algunas gotas de la píldora del día después, reformas en la ley del aborto, algún tipo de ofensiva contra la Sanidad privada como la acometida en Valencia contra el Hospital de Alcira o un jaque a la homeopatía. Habrá, por supuesto, «medidas» sociales o para el Bienestar Social con las que sacar brillo al nombre del Ministerio.
Source: A tu salud