Dejemos de fumar en verano

Las vacaciones de verano son un buen momento para pensar en nuestra salud. Aprender a relajarnos, paseos diarios y ejercicios como rutinas para la vuelta a casa, alimentación equilibrada…y dejar de fumar. A pesar de los consejos de los médicos, muchas personas no creen que el tabaco produzca daños, y su consumo es la primera causa de muerte evitable.

Fumar durante largos periodos de tiempo acorta la vida una media de diez años y dejarlo a cualquier edad revierte esta situación, reduciendo el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer y no sólo el de pulmón.

Además, fumar empeora la calidad de vida. La piel se deteriora, se producen daños en las arterias (la incidencia de patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población) y aumentan las secreciones en las vías respiratorias, que se acumulan en los bronquios. Esta mucosidad es un buen caldo de cultivo para infecciones respiratorias y la tos matutina del fumador para eliminarla puede ser un signo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Y no olvidemos la fatiga excesiva al caminar, que el fumador suele considerar normal. En el humo del tabaco hay 7.000 sustancias químicas conocidas, 250 de las cuales son dañinas, y entre ellas hay 70 cancerígenas para el ser humano.

El 30% de las fumadoras continúa fumando durante el embarazo, pensando que la reducción del número de cigarrillos no producirá daños en el feto, cuando sabemos que el futuro bebé sufre incluso si la embarazada fuma de forma pasiva. Cuando el padre o la madre fuman en la habitación del bebé, aumenta significativamente el riesgo de muerte súbita del lactante.

Source: A tu salud

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