Este martes, empresa y sindicatos han vuelto a discrepar sobre la legislación a la que se debe someter la plantilla de la aerolínea. Ryanair insistió en mantener a sus trabajadores bajo un «status» laboral irlandés. De hecho, solo ofreció modificar en parte su modelo. Una suposición que fue rechazada tajantemente por las organizaciones de trabajadores.
Estas denunciaron que la aerolínea estaba presionando a los tripulantes que habían decidido hacer huelga. Además, lamentaron que la compañía estaba obligando a toda su plantilla a acudir al aeropuerto para atender los servicios mínimos que había fijado el Ministerio de Fomento.
El mismo tira y afloja que ambas partes han mantenido en los últimas semanas y que finalmente ha desencadenado en dos jornadas de huelga en los aeropuertos españoles. De nada ha servido la mediación de Trabajo y Fomento en el conflicto. El departamento dirigido por José Luis Ábalos ha reclamado una solución pactada para un desencuentro que afecta a «España y su industria turística». Una petición que finalmente ha caído en saco roto.
Source: ABC