Hace unos años vimos cómo se hizo famoso uno de los mayores desastres de la historia del arte. Cecilia Giménez, una española de avanzada edad, había sido encargada de restaurar un mural con el rostro de Cristo llamado Ecce Homo de Borja. La obra se conoció mundialmente cuando Giménez mostró un resultado poco estético de su intervención. La “restauración” no se parecía en nada a la obra original.
Hoy presenciamos cómo la historia del Ecce Homo se repite. Nos vamos desde la provincia española de Zaragoza a la de Navarra en la iglesia de San Miguel de Estella. Allí reposa una estatua de San Jorge que lleva 500 años siendo la imagen de la capilla.
La estatua es la imagen de San Jorge con armadura montado en un caballo mientras lucha contra un dragón. Evidentemente varios siglos de existencia no le habían sentado muy bien a la obra, la cual pasaba por un notorio deterioro. Debido a eso, se ordenó una “restauración” que no terminó muy bien y le hizo perder detalles importantes, sobre todo en la cara.
El alcalde de Estella, Koldo Leoz, reaccionó molesto ante la situación:
La parroquia decidió por sí misma tomar medidas para restaurar la estatua y le dio el trabajo a una profesora de manualidades local. No se le informó nada al consejo y tampoco al gobierno regional de Navarra”.
Así, volvemos a ver cómo una decisión autónoma permite que una restauración de muy malos resultados en obras de arte.
Reacciones
Como era de esperarse, las redes volviendo a encenderse con mensajes de burlas e indignación. Comencemos con la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE). La organización rechazó los hechos y señaló que era importante encargarle este tipo de trabajos a expertos:
Recordaron además que el patrimonio cultural estaba respaldado por la legislación que “obliga a protegerlo, valorarlo y difundirlo”.
Por supuesto, todo tipo de burlas y memes dejó la fallida restauración. Muchos lo compararon a la estatua con algunos personajes de dibujos animados o se burlaron de su estrabismo:
Source: Fayerwayer