El interés de los alemanes –que llega después de que Norwegian rechazara dos opas lanzadas por IAG, al considerar que «infravaloraban» la aerolínea– ha bastado para impulsar a los noruegos más de un 10% en Bolsa: las palabras de Lufthansa insuflaron oxígeno a los títulos, que marcan un alza desde enero de más del 40%. Según Spohr, sin embargo, la operación dependerá del «valor agregado estratégico, del precio de las posibilidades competitivas», como en todas las adquisiciones. «No hay respuestas fáciles», remachó el alemán. Actualmente, Kjos y el presidente del consejo Bjorn Halvor Kise controlan el 26,8% del capital, mientras que el Folketrygdfondet –el fondo de pensiones del Estado noruego– cuenta con una participación del 6,1%.
Culebrón por todo lo alto
Tras la oferta de Lufthansa, el culebrón está servido, pero el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, no está por la labor de formar parte del reparto. Walsh aseguró el miércoles que su compañía no entrará en «una guerra de ofertas». «La compra de Norwegian sería un negocio interesante, pero no es un negocio que tengamos que hacer a toda costa», aseguró en una rueda de prensa en Bruselas. En este sentido, Walsh coincidó en que «es normal que todos hablen con todos», pero que, en el supuesto de que Lufthansa lance una oferta superior a la suya, «algo que no está seguro que vaya a suceder», IAG no la subiría.
También Ryanair se desmarca del culebrón. Su CEO, Michael O’Leary, reiteró que no tendrá interés por adquirir Norwegian «ni hoy, ni mañana, ni nunca». «Norwegian no genera ni generará beneficios», concluyó O’Leary, quien subraryó también que la aviación europea viaja hacia un modelo «en el que desaparezcan compañías como Norwegian y se reagrupen en torno a aerolíneas más grandes y mejor gestionadas».
Pero Norwegian sigue «poniéndose a punto» para una operación inmediata. Kjos declaró este martes que la compañía se acerca ya al tamaño previsto en su plan de expansión, por lo que a partir del tercer trimestre de este año, moderará el ritmo con lo que reducirá los costes asociados, lo que hará la compañía más rentable: «Hemos alcanzado el tamaño que necesitamos para facilitar lo que nos gustaría hacer. Ahora se trata de pasar a cosechar beneficios y perfeccionar el negocio en el futuro», declaró. Norwegian perdió 4,7 millones en el primer trimestre, un 97% menos que en el mismo periodo de 2017. En marzo amplió capital por importe de 1.300 millones de coronas noruegas (137 millones de euros) para financiar su expansión. Norwegan cerró 2017 con unas pérdidas de 31 millones frente a las ganancias de 118 de un año antes.
Oficialmente, la aerolínea noruega fue fundada el 22 de enero de 1993 como una empresa regional efectuando vuelos en el oeste de Noruega tras la bancarrota de Busy Bee. Hasta 2002 operaba con aviones Fokker 50 alquilados a Braathens. Desde el 1 de septiembre de 2002 la aerolínea fue rebautizada como Norwegian y comenzó a efectuar vuelos como aerolínea de bajo coste. En España, Norwegian operó su primer vuelo en 2003 y hoy ofrece 165 rutas en catorce aeropuertos nacionales, de los cuales siete –entre ellos los de Gran Canaria y Tenerife Sur– son bases operativas de la compañía.
Source: ABC