No se trata solo de la cercanía del país vecino, sino de los precios competitivos de sus embalses, comenzando por el de Alqueva, situado cerca de la frontera con Extremadura y que se considera el mayor de Europa Occidental. Sobre el río Guadiana, esta presa da brillo a la producción en pleno Alentejo y, de paso, exhibe una capacidad de generar un total de 380 megavatios.
Su impulso simboliza el motor que ha llevado a un incremento superior al 100% en la exportación de energía de Portugal a España desde principios de este mes, coincidiendo con un repunte del viento helado y el tiempo desapacible.
El pico más alto se registró el pasado 7 de marzo, con 12.043 megavatios de producción eléctrica lusa. Sucedió justo el día en que más aumentó el trasvase de un país a otro, concretamente un 156%.
La fuerte demanda tira, por tanto, del consumo. Hasta el punto de que la curva ascendente se disparó un 16% en Portugal y un 7,6% en España. Unas cifras que dan idea de la importancia del mercado colindante, donde el 42% de la energía procede de fuentes renovables y el 52,6% de no renovables.
Desde sus oficinas centrales en Lisboa, las Redes Eléctricas Nacionales (REN) confirmaron a este periódico que todos estos indicadores al alza han sido posibles a causa de las intensas lluvias de los últimos días. El director general de Endesa Portugal y ex secretario de Estado de Energía, Nuno Ribeiro da Silva, explica que el tirón a ambos lados de la frontera se halla directamente relacionado con «el frío y la falta de luminosidad».
Además, prosigue: «Estos dos factores llevan a un crecimiento del consumo por encima de los 700 megavatios, con respecto a un día medio del año en términos del frío y de esa luminosidad».
Tanto es así que la producción portuguesa de electricidad ese día del pico se alzó en un 124%, una de las claves para que la exportación a España se elevase al máximo.
Limitaciones en España
Ribeiro da Silva, para quien los costes no pueden reducirse si se crean nuevos impuestos, lo tiene claro: «Las limitaciones en la producción de energía eólica en España influyen en gran medida para que compren más a Portugal».
El presidente de la Asociación de Energías Renovables, António Sá da Costa, tercia en el asunto al especificar: «Con las actuales reglas, a las empresas productoras españolas no les queda más remedio que limitar esa producción, si no quieren ser penalizadas. Las eólicas solo pueden producir una determinada cantidad por año… y únicamente producen cuando el precio les resulta interesante. Prefieren lanzarse a ello cuando el megavatio por hora cuesta 50 euros que cuando vale 10».
Source: ABC