Con la tuba, como protagonista, el mayor instrumento de viento-metal, este concierto será magistral y único, regresando la OSV a su casa de las nubes flotantes de Calder, para llevarle al público caraqueño, lo mejor del repertorio clásico y universal.
La cita en el Aula Magna, contará también con la participación del Profesor Carlos González, ejecutante de la Tuba, Solista de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, quien tendrá la oportunidad de interpretar el concierto en Fa menor para este instrumento del compositor Ralph Vaughan Williams, obra de gran exigencia técnica y musical, que originalmente pasó de ser una excentricidad por parte del compositor inglés a una de sus obras más populares, convirtiéndose en una obra esencial en el repertorio de la Tuba.
La Tuba es el mayor de los instrumentos de viento-metal. La primera vez que se utilizó la tuba moderna en una orquesta sinfónica fue en El anillo de los Nibelungos de Richard Wagner. Gracias a su versatilidad permite utilizarla para reforzar cuerdas y vientos de madera o, cada vez más, como instrumento para solos.
El concierto se iniciará con la interpretación de la Obertura Egmont, Op. 84 de Ludwig van Beethoven, compuesta para la representación de la tragedia Egmont del escritor Johann Wolfgang von Goethe; y finalizando con la ejecución de la Sinfonía # 5 en Mi menor, Op. 64 compuesta por el “romántico en el crepúsculo del romanticismo”, Piort I. Tchaikosvky. Esta obra que asombra por el dinamismo en la escritura orquestal, la manipulación de colores tonales oscuros, y la creación de una atmósfera de melancolía hace que muchos expertos, la consideren como la más introvertida y personal, meditativa y autocompasiva de todas las composiciones del genio ruso.
Cabe resaltar que la Orquesta Sinfónica de Venezuela, conocida como la decana, está cumpliendo 87 años de fundada. Marcó un hito histórico con su creación y ha mantenido el nivel de excelencia, calidad y compromiso de aquel primer concierto inaugural el 30 de junio de 1930. NP
LR
Source: Informe21