Aún no se cumple un año desde que Argentina pudo desahogarse en la Copa Davis, sacándose de encima la losa de ser la única gran potencia del tenis que nunca había ganado el título del máximo torneo de equipos.
La Ensaladera de Plata finalmente se pudo pasear por territorio argentino, pero menos de diez meses después de derrotar a Croacia en la final, los argentinos pasan del sueño a una pesadilla: el descenso.
Sin su gran baluarte Juan Martín del Potro, Argentina visita a Kazajistán el fin de semana tratando de evitar convertirse en apenas el tercer equipo en la historia —y primero desde Suecia en 1999—que cae del Grupo Mundial al año siguiente de conquistar el título.
¿Demasiada presión ante la posibilidad de irse a la zona continental por primera vez desde 2001?
“Es mucho más difícil jugar un repechaje que una serie por avanzar a la siguiente instancia”, dijo Diego Schwartzman, la principal carta del equipo que enfrentará a los kazajos en una pista cubierta en Astana. “Se siente una presión distinta, pero una vez que arrancan los partidos ya es todo más normal…. no hay que pensar tanto en la instancia en la que estamos jugando”, añadió el actual número 28 del ranking en una entrevista con el canal argentino TyC Deportes.
La presencia de Schwartzman representó un alivio para el capitán Daniel Orsanic, con todos los vericuetos para armar su convocatoria, dado que no encontraba jugadores. Schwartzman viene entonado tras su mejor actuación en un Grand Slam, al alcanzar los cuartos de final del US Open.
Pero ninguno de los actores de la victoria en la final en Zagreb forma parte del equipo.
Del Potro se desmarcó al dar por terminado su ciclo, Leonardo Mayer afirmó otro tanto para priorizar su carrera en la ATP y Federico Delbonis, responsable de ganar el punto decisivo, está lesionado. Solo sobrevive Guido Pella, quien no jugó un solo punto antes los croatas.
La frase “desgastante” fue esgrimida por varios de los que declinaron al explicar el peaje que exige un torneo que en un año puede implicar hasta cuatro series.
“Ese título me dio la posibilidad de poder dormir tranquilo, luego de haber jugado tres finales y de haber ganado la tercera como visitantes, y todas las cosas buenas que hicimos”, dijo del Potro tajante durante el Abierto de Estados Unidos, en el que alcanzó las semifinales.
Orsanic finalmente presentó un equipo en el que Schwartzman y Pella disputarán los partidos de individuales, más la novedad de una dupla de especialistas en dobles, conformada por Máximo González y Andrés Moltani.
Pella, actual número 73 del mundo, aceptó competir pero al principio del año se sinceró al decir que la campaña de 2016 en la Davis: “me terminó despedazando mentalmente”.
EL OTRO REPECHAJE
Existe una fuerte posibilidad que los dos finalistas de la pasada edición caigan del Grupo Mundial: Croacia visita a Colombia en procura de no convertirse en el cuarto subcampeón en la historia del torneo que pierde la categoría al año siguiente. La última vez que eso ocurrió fue en 2005, cuando Eslovaquia descendió a la zona de Europa/África.
Colombia intentará subir a la máxima categoría por primera vez en su historia. Han perdido en sus cuatro intentos previos en los repechajes, todos en la última década, sucumbiendo ante Japón (2013 y 2015), Estados Unidos (2010) y Canadá (2014).
Para superar la barrera, jugarán en una cancha de arcilla instalada en la Plaza de Toros La Santamaría de Bogotá.
“Mientras uno haga lo que puede, la presión se va”, destacó Santiago Giraldo, la principal raqueta colombiana.
AP
Source: Meridiano